vitoria. En la patronal alavesa, al igual que en tiempos no muy lejanos en los que Carlos Zarceño y José Manuel Farto dirigían el rumbo de SEA a golpe de ordeno y mando, no son pocas las voces, tanto en la actual Junta Rectora como en algunos empresarios asociados, que desde hace tiempo vuelven a lamentar la falta de transparencia en aspectos clave de la gestión diaria de la organización así como algunos conatos de alta tensión que se han venido sucediendo en los últimos meses. Se trata de indicios elocuentes, señales de alarma, que ya en su día desencadenaron una de las mayores crisis en la patronal que se recuerdan. La situación actual, en cualquier caso, no parece que vaya a provocar aquél baile de camarillas y cuitas internas en que se convirtió el día a día de la patronal, pero convendría dejar de lado este tipo de disputas "por el bien de la casa", advierte en privado un empresario cercano al Comité Ejecutivo. Según su testimonio, hay una "excesiva" personalización del poder de SEA en manos de unos pocos y una duplicidad de responsabilidades en otras instituciones por parte de algunos miembros de la Junta. También se denuncia una falta de comunicación interna -"¿cómo es posible que me entere de ciertas cosas de SEA por la prensa en lugar de por los conductos habituales?"-, y un consenso "a veces insuficiente" en asuntos de relevancia. Además, la sintonía entre algunos de los ejecutivos clave de la patronal es más bien tirante. La directora y responsable de Marketing y Comunicación, Raquel Ezenarro, cesó de sus funciones antes del verano por unos motivos y una indemnización que muchos empresarios, aún hoy, desconocen. De momento, su vacante no ha sido cubierta.
juan Ugarte, cuestionado La figura del secretario general, Juan Ugarte, fue cuestionada al mismo tiempo por el actual presidente, Juan José Azurmendi, quien no habría visto con buenos ojos la gestión interna de algunos asuntos "delicados". Tampoco sería del agrado esta cuestión para otros miembros del aparato, que a finales de julio también habrían llamado al orden al director de SEA para explicar la publicación de su nombre en El País como supuesto informante en la supuesta red de espionaje por la que en estos momentos está siendo investigado el jeltzale Aitor Tellería. A raíz de estos acontecimientos, curiosamente, fue suspendida a finales de julio la presentación del tradicional barómetro industrial previo al verano.
El último capítulo, dentro del campo de la rumorología, afectaría a Gregorio Rojo, uno de sus vicepresidentes, que hasta el pasado 1 de julio era el representante en SEA del sector Servicios a través de la Vital. Su posterior dimisión habría obligado a encontrar una nueva empresa para continuar en la dirección. Pues bien, ésta podría haber sido la de un familiar, aunque, de momento, no existe postura oficial al respecto.