La presentación del documento sobre la reforma de las pensiones elaborado por Fedea (Fundación de Estudios de Economía Aplicada) y el conocido como grupo de los 100 Economistas contiene una afirmación preocupante: "Ya empezamos tarde". Estos economistas aseguran que la reforma de nuestro sistema público de pensiones "es urgente" y que como la transición desde la situación actual, con una crisis cierta en el horizonte, hacia un sistema sostenible requiere entre 10 y 20 años, prácticamente nos hemos quedado sin tiempo para hacer los cambios necesarios sin que los futuros jubilados sufran la consecuencias.
A pesar de la advertencia contenida en el informe de los 100 y de sus muchos argumentos en favor de medidas como calcular la pensión en función de las cotizaciones realizadas a lo largo de toda la vida laboral, la reacción más visible suscitada por el documento ha consistido en arremeter contra los autores y rechazar las propuestas. Entre los 100 firmantes del informe figuran algunos economistas vascos que coinciden en destacar la solvencia técnica del texto y en confiar en que la evidencia de sus conclusiones se imponga sobre la demagogia de las críticas y las descalificaciones.
Sara de la Rica, catedrática de Economía de la UPV y firmante del documento de Fedea, se defiende de las críticas señalando que "se ha hecho mucha demagogia con la reforma de las pensiones en general, no sólo con la propuesta concreta que he firmado". Según esta experta, "los cambios demográficos obligan a todos los países desarrollados con sistemas públicos de pensiones a reformular el sistema. Es un hecho que no puede rebatirse. El sistema actual de pensiones será simplemente insostenible tal como está en 30-40 años. Cuánto antes se comience a acometer reformas, más suave será la transición para todos. Las reformas pueden ir en el sentido de trabajar durante más tiempo, de ajustar la base de cotización, modificar las cotizaciones, o combinaciones entre las mismas. Por tanto, la pregunta que debiéramos y que se debiera plantear no es ¿está usted de acuerdo con retrasar la edad de jubilación?, como si la alternativa fuera quedarse como está actualmente. Es preciso que todo el mundo entienda que el sistema de pensiones tiene que ser reformulado, y el debate está en cómo hacerlo. Cada posibilidad da lugar a un escenario diferente que es sobre lo que hay que debatir. Creo que el debate sobre esta reforma se ha tergiversado y se ha utilizado con fines partidistas o electoralistas. Por otra parte, también debo admitir que la necesidad de acometer reformas no se ha explicado suficientemente claro para el gran público, y posiblemente esto también ha dado lugar a confusión".
Javier Gardeazabal, economista vasco miembro del grupo de los 100 y docente de la UPV, no opina sobre muchas de las críticas que ha recibido el documento porque no las ha leído, pero sí dice que ha "oído algunas a tertulianos radiofónicos, que como siempre no tienen fundamento técnico. El eje fundamental de la propuesta es que el sistema sea viable y justo. No creo que haya muchas posibles críticas razonadas sobre esos criterios".
Preguntado sobre la conveniencia de que las propuestas de los 100 se mantengan en el debate público y sean estudiadas por los grupos políticos, el catedrático de Economía Aplicada de la UPV Felipe Serrano señala que "lo único que hace el documento es llamar la atención sobre los problemas que tiene la Seguridad Social y proponer medidas reformadoras". "Creo -añade- que ya ha cumplido la función de alertar a la opinión pública sobre la situación en la que se puede encontrar el sistema de pensiones en el futuro si no se toman medidas. Además, los partidos políticos ya lo saben y son conscientes de que el sistema público de pensiones puede tener problemas de financiación en la década de 2030".
En este sentido, Sara de la Rica indica que "cuando yo firmé este documento vi que era una propuesta muy sensata que explica claramente la necesidad de acometer una reforma, y la propuesta me pareció equitativa y justa. Además, es una propuesta sin ninguna demagogia, un análisis técnico muy bien realizado. Es bueno que se pongan sobre la mesa propuestas así, a ver si nos acostumbramos a debatir y escuchar debates con contenidos técnicos, que realmente arrojen luz sobre el problema, y ayuden a eliminar la demagogia del debate".
Javier Gardeazabal es más tajante y tras señalar que los que han elaborado y suscrito el documento "sólo pretendemos dar nuestra opinión sobre cómo creemos que se debería hacer la reforma", explica que lo único que gana al hacerlo es "que si se lleva a cabo la reforma según establece la propuesta y vivo para contarlo, quizás cobre una pensión que de otra forma pudiera ser que no cobrase".
En cuanto a las medidas concretas propuestas por "los 100", Felipe Serrano puntualiza que "se propone aumentar el cálculo de años de la base reguladora porque eso es equitativo" y recuerda que "el jubilado tipo actual es una persona que ha cotizado 44 años, se le computan los últimos 15 años para el cálculo de su pensión y le exigen 35 años de cotización para lograr el 100% de la pensión, de forma que hay 9 años que ha cotizado y que no le sirven para nada. La propuesta de los 100 Economistas es que los años que se computen sean más". Sara de la Rica opina que calcular la pensión en función de toda la vida laboral "ayudará a que la pensión que cobre cada individuo sea más justa, se ajuste mejor a lo que se ha cotizado", mientras que retrasar de modo general la edad de jubilación "ayudará a que se vaya adaptando la duración de la vida laboral a la de la etapa post-jubilación".