bruselas. La Comisión Europea aprobó ayer el plan español de ayuda al sector del carbón tras concluir que respeta las normas comunitarias sobre subvenciones públicas, pero exigió como condición al Gobierno que no conceda más subvenciones después de 2014. España había alegado que el Real Decreto de ayuda al carbón era una medida transitoria necesaria para garantizar la seguridad del suministro de electricidad durante los próximos cuatro años en un país que sigue estando mal interconectado con otros grandes mercados europeos de electricidad y que tiene una elevada cuota de energías renovables (eólica y solar), cuya producción es altamente intermitente.

El Ejecutivo comunitario retrasó su aprobación, inicialmente prevista para el pasado mes de julio, por las objeciones de algunos comisarios que consideran que contradice la política europea de reducir las emisiones de CO2 y apostar por las energías renovables. Finalmente, el plan se ha aprobado gracias al compromiso de las autoridades españolas de no pedir una prórroga más allá de 2014.

El plan español obliga a una decena de centrales térmicas a quemar carbón nacional y, a cambio, les compensa con un precio fijo y con la garantía de colocación de la electricidad producida. "La ayuda estatal se ajusta a las normas de la UE sobre subvenciones para la compensación por servicio público puesto que no dará lugar a una sobrecompensación de los costes soportados por los productores de electricidad al cumplir las obligaciones que se les han impuesto", señaló el Ejecutivo comunitario.

respuesta Este anuncio propició ayer el fin de todos los encierros y huelgas de hambres que trabajadores del sector mantenían en diferentes partes del país. Así, los 40 mineros encerrados desde el pasado 2 de septiembre en el pozo Las Cuevas de Velilla del Río Carrión, en Palencia, abandonaron su protesta después de que la Comisión Europea anunciara que aprobará el reglamento español que permite primar la producción de energía eléctrica obtenida de la quema de carbón nacional.

En Madrid, los seis representantes de las áreas de minería de CCOO y UGT encerrados en la sede del Ministerio de Industria abandonaron ayer la huelga de hambre iniciada una semana antes. Finalmente en Ariño (Teruel), tras 27 días de encierro, los mineros concentrados en la Casa Consistorial también salieron a la calle.

En cuanto a la jornada de huelga general convocada por el sector minero para hoy, todos los trabajadores estaban pendientes de lo que UGT y CCOO decidieran ayer qué hacer a nivel nacional y más cuando Industria se ha puesto en contacto con ellos para fijar la fecha para una reunión.