MADRID. La agencia de calificación crediticia Moody's ha rebajado el 'rating' de España en un escalón, desde 'Aaa' a 'Aa1' con perspectiva estable, y ha justificado la retirada de la máxima calificación a la deuda española en las "débiles" perspectivas de crecimiento en un momento de reequilibrio de la economía española que podría llevar "varios años".

Moody's también destaca el deterioro "considerable" de la fortaleza financiera del Gobierno español, que es más pronunciado que el registrado por otros países con la máxima calificación, así como el empeoramiento de la asequibilidad de la deuda, en especial por el aumento de los tipos de interés, lo que indica que el Gobierno sigue siendo vulnerable a nuevos episodios de volatilidad en los mercados.

La agencia de calificación crediticia puso en revisión el rating de España el pasado 30 de junio y anunció que podría rebajar la calificación de la deuda española en uno, o como mucho, dos escalones.

Moody's era la única de las principales agencias de calificación que mantenía la máxima calificación para la deuda soberana española. Standard & Poor's (S&P) rebajó la nota de España el pasado 28 de abril a 'AA' con perspectiva negativa y Fitch también revisó a la baja el rating español el 28 de mayo y lo situó en 'AA+' con perspectiva estable.

Asimismo, Moody's también ha recortado hasta 'AA1' el 'rating' del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y lo ha situado en perspectiva estable, ya que su deuda está "total e incondicionalmente gatantizada" por el Gobierno español.

CRECIMIENTO POR DEBAJO DE LA MEDIA EUROPEA

La vicepresidenta y responsable de análisis para España, Kathrin Muehlbronner, explica que "estas débiles perspectivas de crecimiento y el desafío que supone su consolidación fiscal" son unas de las principales razones para esta rebaja. Así, destaca que en los próximos años la economía española es probable que crezca sólo un 1% anual, mientras que en el resto de la Unión Europea está previsto que el crecimiento sean también lento, pero en tasas más elevadas que la de España.

En este sentido, explica que uno de los desafíos del país es "aumentar su baja productividad y mejorar su competitividad internacional". Además, señala que los desequilibrios externos de España, como evidencia un elevado endeudamiento externo y un persistente déficit por cuenta corriente, se están corrigiendo de forma gradual, aunque siguen siendo altos en comparación con los países que ostentan una mejor calificación.

Asimismo, la agencia considera que la reciente reforma del mercado laboral y la moderación de los salarios, tanto en el sector privado como público, son "pasos importantes en la dirección correcta". Sin embargo, remarca que el coste del despido seguirá siendo más elevado que la media europea y la flexibilidad salarial más limitada que en la mayoría de los países con la triple A.

En esta línea, también añade que el crecimiento continuará siendo moderado debido al proceso en marcha de desapalancamiento en el sector privado y los ajustes en el sector inmobiliario, donde aún existe un gran número de viviendas sin vender y el ajuste de los precios ha sido más limitado que en otros lugares.

Sin embargo, reconoce que el proceso de reducir la dependencia de la economía de los sectores inmobiliario y de la construcción "está en marcha", y destaca que los resultados de las pruebas de resistencia al sector bancario han confirmado que las autoridades españolas están avanzando en la dirección correcta con sus esfuerzos para fortalecer el sector de las cajas de ahorros.

DETERIORO FISCAL

Por otro lado, Moody's insiste en el "significativo" deterioro fiscal de España y en los desafíos a los que el Gobierno se enfrenta para reducir el déficit presupuestario en un entorno de crecimiento económico moderado. Asegura que ha tenido en cuenta para tomar su decisión los recientemente publicados presupuestos para 2011, que incluyen la propuesta de reducir el déficit al 6% del PIB el próximo año, y que ha anticipado las medidas que en él se recogen.

En esta línea, remarca que, aunque espera que el Gobierno consiga alcanzar sus objetivos fiscales para este año y el próximo, un mayor reducción del déficit más allá de 2011 es probable que requiera reformas del gasto más importantes que las que el Gobierno ha presentado hasta ahora.

Muehlbronner destaca que la determinación del Gobierno de reducir el déficit en el corto plazo es un factor importante en la decisión de rebajar el rating en sólo un escalón y situarle en perspectiva estable. "Otro factor positivo surgido desde que Moody's inició la revisión del rating en junio es el mayor control del Gobierno central sobre los presupuestos de los ejecutivos regionales", añade.

Sin embargo, la agencia considera que el déficit presupuestario de España se reducirá a menor ritmo de lo previsto por el Gobierno en el medio plazo y considera que, en este escenario, el ratio de deuda pública no estabilizará hasta 2014 en el 80% del PIB.

Por último, destaca el deterioro de la asequibilidad de la deuda española y, en concreto, el de los pagos de intereses, que no se corresponde con los de otros países con la calificación 'Aaa' y que necesitará un tiempo para estabilizarse y más aún para reducirse.

"Dado que el Gobierno se enfrenta a importantes necesidades de financiación de alrededor de 150 o 170 millones de euros en 2011 y 2012 y su situación es sensible a los cambios en los tipos de interés, las finanzas públicas españolas siguen siendo vulnerables a nuevos episodios de volatilidad del mercado", añadió.

CAMBIOS EN LA PERSPECTIVA

Por último, la agencia explica que podría modificar la perspectiva de la deuda española a positiva si el Gobierno presenta y pone en marca un plan de consolidación fiscal a medio plazo "creíble", si el ratio de deuda se estabiliza antes de lo previsto y comienza a reducirse, o si surgen señales "más fuertes y sostenidas" de una expansión económica.

Sin embargo, la perspectiva podría ser negativa en caso de que el compromiso del Gobierno con la consolidación fiscal y la reforma de las pensiones se diluya, el control del Ejecutivo central de la ejecución presupuestaria de las autonomías se debilite, el crecimiento económico sea inferior a lo recogido en las proyecciones de Moody's o la asequibilidad de la deuda se deteriore más rápidamente de lo anticipado.