vitoria. El Gobierno español y la mayoría de los estamentos económicos del Estado se están preparando para perder la única triple A que aún le queda a la deuda soberana española. La agencia de calificación crediticia Moody"s, que el pasado 30 de junio situaba la nota de la deuda soberana de España "en revisión con perspectiva negativa", se dio un plazo de tres meses para comunicar su decisión y ayer, en un informe sobre la deuda soberana europea, además de precisar que tiene previsto "concluir la revisión del rating de España para finales de septiembre", manifestaba sus dudas sobre la economía española. Del informe de Moody"s se desprende que el Estado español tiene muy difícil mantener la máxima nota otorgada por esta agencia, pues considera que la situación económica y financiera de España es de las peores de la eurozona.

Si finalmente Moody"s opta por rebajar "uno o dos escalones" el rating de la deuda española, sería la tercera agencia que aplica esta revisión a la baja a la nota crediticia del Estado, ya que en abril Standard & Poor"s la dejó en AA, tras una primera bajada a AA+, y en mayo fue Fitch la que le arrebató la máxima calificación para dejarla en AA+. En vista del informe emitido ayer, las dudas y especulaciones sobre el mantenimiento de la triple A por Moody"s prácticamente se han disipado y los mercados dan por hecho que en septiembre habrá rebaja. Estas negras perspectivas se basan, entre otras cosas, en la preocupación que Moody"s muestra por el incremento de los costes de financiación a la hora de emitir deuda pública, aunque considera que "el acceso al mercado no será un problema para el Gobierno" de Rodríguez Zapatero. Hoy mismo, el Tesoro español se enfrenta a otro examen en los mercados de deuda con una emisión de letras, después de que la última subasta se hayan saldado con éxito. Esa subasta, en la que se redujeron el precio y el diferencial con el bund alemán dio pie a la ministra de Economía, Elena Salgado, para justificar el aumento en 500 millones de euros de los recursos para Fomento. Ahora, sin embargo, ese abaratamiento de la deuda, que en opinión de Salgado dejaba disponibles unos cuantos millones, podría haber sido tan sólo un espejismo.

Moody"s advierte de que el Ejecutivo podría tener que enfrentarse a "obstáculos para lograr sus muy ambiciosos objetivos presupuestarios" y de que sus planes de endeudamiento harán que en 2014 la proporción entre la deuda pública y el PIB alcance el 80%, cuando en 2007 no llegaba al 40%. En relación con la situación del Estado español el informe de Moody"s señala que "esperamos que el ajuste por el fin del boom económico generado por la burbuja de crédito alimentada por el sector inmobiliario y la construcción llevará años durante los que previsiblemente el crecimiento del PIB será muy moderado". La agencia de calificación crediticia destaca que "el desafío fiscal de España es también mayor que el de otras deudas soberanas con la calificación AAA, con la excepción del Reino Unido y Estados Unidos", aunque recordó que estos dos países tienen "una vitalidad económica mayor que España".

Por lo que respecta a Europa, la agencia considera que el riesgo principal para la consolidación de la recuperación en la Eurozona es la aplicación simultánea de los planes de recorte fiscal.