BILBAO. Los años de bonanza y de grandes ingresos permitieron a los gigantes del cemento diversificar negocio en sectores que garantizan la entrada de capital, como la gestión de autopistas y aeropuertos e incluso el sector energético, un tótem para constructores como Florentino Pérez, inmerso en una larga batalla por tener un asiento en los consejos de administración de Iberdrola o Luis Rivero, que perdió la guerra por tomar el control de Repsol. Otro histórico, Ferrovial, vendió en 2006 su participación en Endesa, para consolidar posiciones en Cepsa. A partir de entonces, durante tres años, Acciona fue el socio de referencia de la eléctrica hasta que vendió el año pasado la compañía a la italiana Enel por casi 9.000 millones de euros. La constructora de las familia entrecanales logró ese ejercicio los mejores resultados de su historia -1.200 millones de beneficio sólo en el primer semestre-.
morosidad municipal Al margen de la construcción otra importante vía de ingresos son los servicios municipales de limpieza. FCC realiza esa actividad en las tres capitales vascas y la recogida neumática de basuras de Pamplona. Y más de seis mil consistorios en todo el Estado subcontratan el saneamiento de sus calles. Los ayuntamientos vascos son buenos pagadores, Bilbao es el ayuntamiento con menos deuda del Estado, pero no ocurre lo mismo con los municipios de otras comunidades. Las constructoras han amenazado con dejar de prestar el servicio en algunas localidades madrileñas y andaluzas ante la falta de pago. Otro problema añadido es las demoras en el pago por parte de las administraciones.