MADRID.- "Claro que hay que subir los impuestos", responde contundente Joaquín Almunia en una entrevista en Vanity Fair, donde admite que no hay forma de tomar medidas anticrisis que no afecten a todos los ciudadanos porque "todo el mundo tiene que contribuir".
Con esta frase, el comisario europeo de Competencia vuelve a la carga para disgusto de Zapatero y coincide con el ministro de Fomento en la conveniencia de subir los impuestos en España porque la tributación debe subir "en los países en los que la presión fiscal es más baja que las necesidades que se quieren financiar". A su parecer, lo que hay que hacer es explicar de modo más claro cómo van a pagar las consecuencias los que realmente provocaron la crisis.
En este sentido, el comisario recuerda que muchos inversores han perdido "hasta la camisa" y que muchos bancos han desaparecido, aunque cree que aún queda encima de la mesa una parte "considerable" de la factura de la crisis y considera que hay que extremar el cuidado para que el reparto de la misma sea lo más justo posible. En materia de empleo, defiende la necesidad de reformar el mercado de trabajo en España, pero no se atrevió a valorar la reforma planteada por el Ejecutivo. "¿Qué tipo de reforma hacer? Eso ya es más difícil", señala, tras lamentar que el debate no haya sido "serio y riguroso" y que se haya reducido al cruce de eslóganes.
Para el comisario, la crisis marca el final de un ciclo de desregularización y de la creencia ciega en la eficiencia de los mercados, ya que se está aplicando un "tratamiento" que es necesario aunque "el paciente" se resista en algunas ocasiones.
En este sentido, Almunia repasa las medidas en las que trabaja la Unión Europea y recuerda que los que tienen ahora la "sartén por el mango" son los políticos y no los mercados. "A todos nos gustaría que la reforma del sistema financiero estuviera acabada, pero no hay que ignorar las dificultades", subraya.
Hace casi una semana, el ministro de Fomento, José Blanco, justificaba la necesidad de subir los impuestos para pagar los servicios que los ciudadanos españoles perciben. Días después, la titular de Economía y vicepresidenta segunda, Elena Salgado, zanjaba el asunto diciendo que la fiscalidad actual es "suficiente", al contrario que José Blanco.