Madrid. La paz social aterrizó ayer in extremis sobre la mesa en la que los representantes de los controladores aéreos y de Aena negociaban las condiciones laborales y salariales de este colectivo. Finalmente, no habrá huelga después de que las reivindicaciones, una tabla de doce puntos, planteadas por el colectivo fueran aceptadas por la delegación enviada por el organismo dependiente del Ministerio de Fomento que gestiona la red de aeropuertos.
Así las cosas, en virtud del documento sellado ayer por ambas partes, los controladores aéreos realizarán una máximo de 1.670 horas al año y cobrarán, de media, doscientos mil euros. Y es que, ambos puntos eran el principal y único escollo que seguían alentando la posibilidad de una huelga anunciada en los primeros días de este mes para disgusto de todos los agentes relacionados directa e indirectamente con el sector turístico y el consiguiente enfado del Gobierno español.
Los presidentes de Aena y de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), Juan Ignacio Lema y Camilo Cela, fueron los encargados de firmar un "acuerdo global" que, según indicaron en una comparecencia conjunta ante los medios de comunicación, "debe sentar las bases" para la firma del segundo convenio colectivo que regula el sector. Con este documento concertado entre las partes quedan garantizadas tanto la paz laboral como la prestación del servicio, lo que supone de facto la supresión definitiva de la amenaza de huelga, que hace unas jornadas se aplazó hasta septiembre.
El acuerdo, que llega tras seis meses de conflicto, tendrá que ser sometido a la ratificación de los órganos representativos de Aeropuertos Españoles de Navegación Aérea y de la Unión Sindical de Controladores Aéreos a partir de la próxima semana y en un plazo máximo de siete días, adelantó Cela. Tras escenificar el acuerdo con un apretón de manos, Lema dejó claro que el acuerdo, que calificó de "satisfactorio para ambas partes", ayudará a que los ciudadanos estén tranquilos ya que sus vacaciones "no se verán alteradas". La posibilidad de una huelga inminente también fue descartada por los controladores aéreos quienes confirmaron que tampoco será convocada en septiembre ya que el acuerdo firmado "sirve para evitar este escenario". En este sentido, tanto el presidente de Aena como el de USCA -sindicato que aglutina al 95% de los controladores de la entidad pública- se felicitaron por abrir un "periodo de normalidad operacional y de entendimiento mutuo" que esperan pueda facilitar la firma definitiva del convenio "antes de fin de año".
Desde el sindicato destacaron, tras las intensas negociaciones de estos tres últimos días, que el acuerdo alcanzado "dignifica sus relaciones laborales después de 189 nueve días de excepción tras quedar en suspenso buena parte del convenio colectivo que regula la profesión desde 1999" y se acerca a la legislación europea, con la normativa inglesa como referencia "muy clara". "Ahora de lo que se trata es de mantener el tono dialogante de estas tres últimas jornadas, con el fin de entrar lo antes posible en la redacción del II convenio colectivo", señalaron.
Asimismo, el presidente de USCA, mostró su deseo de que "de ahora en adelante exista un buen entendimiento entre Aena y USCA que ayude a la futura negociación que fijará unas condiciones laborales estables, en las que el colectivo pueda trabajar sin sobresaltos y pueda desarrollar su trabajo con normalidad para bien del servicio y de la seguridad".
En este sentido, Cela insistió en que el salario "nunca ha sido un caballo de batalla" para los controladores, aunque la central sindical a la que representa mantenía sin cerrar los puntos laborales y salariales hasta ayer, cuando lograron una jornada laboral de 1.670 horas anuales con 200.000 euros de sueldo de medio, estableciendo cuatro categorías de centros de trabajo (1.200 horas, 1.300 horas, 1.400 horas y 1.500 horas).
A esas 1.670 horas se podrían sumar de "carácter voluntario" 80 horas extras al año como máximo. En el caso necesario se pueden realizar más horas, los límites quedarán garantizados por el acuerdo.