madrid. La crisis ha pasado por alto las tiendas de productos eróticos. Así lo ha demostrado la principal cadena de sexy stores española -tiendas de productos eróticos-, Sensualove, que a lo largo de 2009 aumentó sus ventas el 11,59%, hasta alcanzar los 2.600.000 euros, y prevé facturar otros 2.900.000 en 2010, el 11,54% más, en el contexto actual de dificultades económicas.

Además, durante este año la cadena espera alcanzar los 200.000 clientes para lo que tiene previsto abrir cinco nuevos establecimientos en la CAV, Madrid, Valencia, Andalucía, y Galicia hasta alcanzar las diecisiete en todo el Estado.

El concepto de negocio de las sexy stores, más común en otros países europeos como Suecia o Alemania, supone una innovación en el mercado español al diferenciarse de los sex-shops tradicionales en que no comercializan pornografía y en que los productos se exhiben a plena luz. Una estrategia con la que la cadena persigue "aportar una importante dosis de naturalidad, alegría y diversión".

Todos ellos aspectos básicos para Sensualove ques asegura quiere transmitir al cliente mediante "la decoración de sus establecimientos, la gama de productos y la atención pedagógica".

Aunque, el director general de Sensualove, Daniel Gallardo, señala por otro lado que el éxito de ventas y la expansión de estos comercios deriva también de la innovación, calidad y seguridad de sus productos.

artículos de marca propia Entre esos artículos, los más vendidos son los aceites de masaje, los lubricantes y los estimulantes, todos ellos de marca propia. Les siguen la lencería erótica, los juegos de pareja y los disfraces.

La cadena, que comenzó su andadura con tres tiendas en 2005, decidió utilizar la fórmula del franquiciado para expandirse. Desde entonces, ha abierto una media de tres tiendas al año hasta llegar a las doce que tiene en la actualidad, de las que cinco son propias.

La facturación media de estos comercios es de 360.000 euros anuales y requieren una inversión inicial de 45.000 euros (incluidos los 12.000 euros del canon de entrada).

Entre las obligaciones del franquiciado está el compromiso de que su equipo ofrezca a los clientes una atención pedagógica y especializada para explicar a los clientes cualquier duda o inquietud. En cuanto a éstos, el 80% de los clientes es mujer y su edad media oscila entre los 28 y los 45 años.