Madrid. El director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, aseguró ayer que tiene una "enorme confianza" en la economía española y valoró las medidas que ha adoptado el Gobierno para frenar la crisis, a las que calificó de "muy eficaces".

Así lo aseguró tras una reunión con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el Palacio de la Moncloa, durante poco más de una hora, y en la que el jefe del Ejecutivo le detalló las diferentes reformas puestas en marcha por el Gobierno español.

Strauss-Kahn dijo que estas medidas serán de "enorme utilidad" en el futuro y que podrían sentar las bases para el crecimiento de la economía española en las próximas dos décadas, al tiempo que aseguró que la reforma laboral aprobada por el Ejecutivo "va en buena dirección". "Aplaudimos las decisiones del Gobierno español", aseveró tras añadir que la reforma "es crucial y fundamental" para tener un mercado de trabajo "más eficaz".

No obstante, puntualizó que habrá que esperar a la implantación de estas medidas, igual que al efecto que tendrán para mantener la consolidación fiscal en España, al tiempo que señaló que "siempre se pueden mejorar".

En este sentido dijo que la economía española tiene un "gran potencial" de crecimiento y confía en que el déficit público español se reduzca "muy rápidamente". Al respecto, dijo que otros países europeos han preferido procesos de consolidación "más graduales", ya que puntualizó que "hay que establecer la sostenibilidad fiscal, pero a distinto ritmo según la situación de cada país".

Preguntado Strauss-Kahn si ha recibido una invitación similar a la española desde Portugal para conocer la situación económica del país luso, dijo que "no" aunque estaría "encantado" de visitar Lisboa. Además, el director general del FMI se refirió a la situación económica internacional cuando aseveró que "sería un milagro que después de dos años y medio (de crisis) estuviera todo como siempre, recuperado y sin dificultad". Respecto a los elevados déficits públicos de los países europeos consideró que no tienen que ver sólo con los planes de estímulo acometidos por los Gobiernos, sino "por la crisis económica en sí".