madrid. Aunque el portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados, Josep Antoni Duran i Lleida, aseguraba ayer en público que su formación se reserva hasta el mismo martes la decisión sobre si posibilitará o no la tramitación del decreto de la reforma laboral, medios afines al PSOE dan por segura, al menos, su abstención a cambio de que el Gobierno acepte alguna de las enmiendas que los catalanes preparan para complementar la reforma. Sólo con que Convergencia se abstenga, el Gobierno ya tendría los apoyos insuficientes para convalidar el decreto aprobado el miércoles y tramitarlo como proyecto de ley.

Pero es presumible que Zapatero, en esta ocasión, también cuente con la abstención del PNV y de Coalición Canaria, además de un posicionamiento similar de ERC. Todas estas formaciones ya han anunciado que preparan enmiendas para modificar el texto aprobado por el Consejo de Ministros, con lo que es de suponer que el día 22 posibilitarán su tramitación.

Quizá por ello el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, se mostró seguro de que el decreto ley de reforma laboral será convalidado, aunque, por si las moscas y para guardar las formas, aseguró que su grupo seguirá negociando con el resto de partidos.

estrategia Y es que nadie quiere asumir en solitario el protagonismo de salvar una vez más la cabeza a Zapatero. El portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, recalcó que sus diez diputados decidirán el próximo martes el sentido de su voto y que "todas las posibilidades están abiertas". El portavoz catalán hizo hincapié en que la decisión final corresponderá al grupo parlamentario, que la adoptará tras consultar el lunes a los dos partidos que integran la organización (CDC y Unió), y que no la tomará hasta el mismo día de la votación. "En esa votación cabe el sí, el no y la abstención", incidió Duran, pese a que el presidente de CiU, Artur Mas, ya había anunciado que su formación facilitará la tramitación de la propuesta del Gobierno tanto en el Congreso como en el Senado.

Por su parte, el presidente del PNV de Bizkaia, Andoni Ortuzar, aseguró que la reforma laboral del Gobierno central "llega tarde" y, además, alberga "muchas dudas" sobre "si va a servir para crear o mantener empleos". Eso sí, anunció que su partido presentará enmiendas en su tramitación como proyecto de ley en las Cortes. El coste de un supuesto apoyo de los nacionalistas vascos a la tramitación de la reforma podría ser la aceleración de la transferencia de las políticas activas de empleo a la CAV. Ortuzar dijo que si éstas se retrasaran más allá de septiembre, se "encenderán las luces de alarma" porque "querrá decir que alguien quiere que esa transferencia venga devaluada".