Madrid. Certificada ya la defunción del diálogo social tras el fiasco de la última reunión entre sindicatos y patronal, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se centra ahora, en exclusiva, en lograr los apoyos necesarios para sacar adelante en el Congreso el decreto que impondrá el día 16 la reforma ideada por su Ejecutivo. El líder socialista apeló ayer a la responsabilidad de los partidos políticos para conseguir la mayoría necesaria en el Parlamento que posibilite la aprobación de una reforma que "va a ser una sustancial para nuestro mercado laboral". La idea del presidente es atar cambios en la legislación laboral "no para seis u ocho años" sino para más y sobre la base de reducir el coste del despido sin recortar derechos a los trabajadores. "Confío en que va a tener un amplio respaldo en el Parlamento. Sabemos lo que hay en juego y lo saben el resto de formaciones políticas", sentenció Zapatero tras mantener sendas entrevistas en Roma con Berlusconi y con el Papa.
"Queremos un modelo en el que la contratación indefinida sea la norma frente a la contratación temporal. Queremos reducir el esfuerzo en el coste del despido, sin que los trabajadores pierdan derechos y queremos hacer un cambio en la flexibilidad interna de la empresa", resumió Zapatero. El presidente del Gobierno español explicó que hoy mismo presentará el documento con las líneas de la reforma laboral que prepara el Ejecutivo a los interlocutores sociales (sindicatos y patronal) y a los políticos (partidos), e insistió en que los cambios que se introduzcan en el mercado laboral "deben durar muchos años". "Vamos a ejercer nuestra responsabilidad y además lo vamos a hacer con el máximo diálogo entre las fuerzas políticas, a las que quiero llamar a la responsabilidad", dijo.
Sus planes "Nuestro modelo laboral ha tenido pocas variaciones en los últimos veinticinco años. Ahora, después de que hemos vivido las tres crisis desde la transición, hemos comprobado una vez más que el modelo necesita cambios y seguramente que, si la reforma tiene más apoyos, será exitosa", agregó. Zapatero aseguró que el Gobierno tiene "muy claras" las ideas de lo que hay que hacer para acometer la reforma laboral, una iniciativa que debe servir, según él, para corregir el "mal histórico" del modelo español. "Cada vez que hay una crisis económica, nuestra tasa de paro duplica la media europea. Tenemos un modelo laboral y económico que cuando hay una crisis produce un altísimo grado de paro y además una alta tasa de temporalidad. Demasiados contratos temporales y demasiados contratos en precario. Hay que hacerle frente a esto con decisión", agregó. La apuesta básica del Gobierno es, en el plano de la flexibilidad interna, facilitar los cambios; en el plano de la contratación, fomentarla a través del contrato de fomento de empleo (33 días por despido); en el plano de la temporalidad, reducirla a dos años; en el plano del contrato a tiempo parcial, eliminar las horas extra; y en el plano de lo despido, limitar los gastos de los empresarios asumiendo a través del Fondo de Garantía Salarial hasta 8 días por despido ya sea objetivo o improcedente.