madrid. Punto y final de la jornada de huelga en el sector público en el Estado, y como suele pasar siempre en estos casos, las conclusiones que han sacado Gobierno central y los sindicatos son dispares, cuando no contradictorias. Eso sí: lo que no faltó fue la reiteración de una amenaza de huelga general por parte de los sindicatos si el Gobierno lleva adelante una reforma laboral "lesiva" para los trabajadores.

En cuanto a las cifras, mientras que los sindicatos convocantes en el Estado, CCOO, UGT y CSI-CSIF, barajaron durante la jornada una incidencia del 75%, la secretaria de Estado de la Función Pública, Consuelo Rumí anunció al final de la tarde que el seguimiento del parón en la Administración General del Estado fue del 11,85%. Esta disparidad de cifras se traslada también a las diferentes comunidades autónomas. En el caso de la CAV, la huelga de funcionarios tuvo una incidencia "muy limitada", según el Gobierno Vasco, que hablaba del 10%, mientras que CCOO cifraba el seguimiento en el 40% en la administración autonómica y el 55% en la estatal.

Ésta se perfila como la cifra más baja del Estado en cuanto a participación. En cualquier caso, no puede obviarse que la realidad sindical en Euskadi es diferente a la del resto del Estado. No en vano, la CAV ya vivió otra jornada de huelga en el sector público el pasado 25 de mayo con ELA y LAB a la cabeza.

En Navarra, la huelga según los sindicatos ha tenido una incidencia del 77%, una valoración que contrasta con los datos aportados por el Gobierno foral, que sitúa en menos de un 5% el seguimiento.

La poco alentadora cifra que lanzó el Gobierno español en cuanto a incidencia fue acogida con desconfianza por el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, que a pie de manifestación en el centro de Madrid, acusó al Ejecutivo de "maquillar" los datos.

Es más, esta baja incidencia del parón de ayer entre los funcionarios no hizo a las fuerzas sindicales renunciar a su amenaza de una huelga general. "Que a nadie le quepa duda de que habrá huelga general si en las próximas fechas el Gobierno consolida el giro de su política económica y social con una reforma laboral lesiva contra los trabajadores", clamó Toxo tras la finalización de la marcha, en la madrileña Puerta del Sol.

Y es que, a los sindicatos no les queda ya otro as en la manga ante la la reunión que mantendrán hoy con Gobierno y patronal. Será el último intento para lograr un acuerdo en el que ya nadie parece confiar. La reforma laboral a golpe de decreto se hace cada vez más evidente y los sindicatos queman su último cartucho.

El líder de CCOO se congratuló del seguimiento del paro y lo hizo extensible a una posible huelga general: "Los sindicatos contamos con el apoyo de los ciudadanos". En cambio, al igual que su homólogo de UGT, Toxo descartó que la manifestación de ayer fuera un "ensayo" de una huelga general.

Los convocantes resaltaron que la manifestación fue "multitudinaria" y calificaron la participación como un "éxito". Así, Toxo y Méndez recomendaron al Gobierno "tomar muy buena nota" de la jornada de ayer, "ya que puede ser el principio de muchas cosas".

Por su parte, Consuelo Rumí, preguntada por si el Gobierno consideraba la de ayer como una jornada de ensayo de una posible huelga general, contestó de manera escueta, aunque clara: "dentro del respeto que al Gobierno le merecen las organizaciones convocantes y los ciudadanos que han ejercido su derecho, el paro en la administración pública ha tenido un alcance limitado".

Rumí subrayó que la jornada de paro convocada por CCOO, UGT y CSI-CSIF se caracterizó por la tranquilidad y por la ausencia de incidentes significativos por parte de "quienes han ejercido su derecho a la huelga de forma pacifica y responsable". Entre las incidencias registradas, que Rumí consideró como normales dentro de una jornada de este tipo, y por las que pidió disculpas a la ciudadanía, destacó la interrupción del servicio en los puertos de Almería y Barcelona, el corte de un cable de fibra óptica en Cantabria, los piquetes en estaciones de autobuses de Baleares y Oviedo, el sellado de silicona de oficinas de Correos en Logroño o el retraso del AVE entre Madrid y Sevilla.