Madrid. El conseller de Economía de la Generalitat de Cataluña, Antoni Castells, anunció ayer que el Gobierno catalán ya ha dado luz verde al aumento de la presión fiscal del tramo autonómico del IRPF a los contribuyentes con rentas superiores a los 120.000 euros, lo que supone un 0,5% de los catalanes. La subida se hará de manera progresiva y en dos tramos del IRPF: el primero, a partir de los 120.000 euros de renta, aumentará en dos puntos la presión fiscal pasando a tributar del 21,5% al 23,5%; el segundo, para las rentas a partir de los 175.000 euros anuales, se gravará con cuatro puntos adicionales (del 21,5 al 25,5%).
El compromiso asumido por el Govern es presentar antes del 30 de junio un anteproyecto de ley que, en la práctica, afectará a unos 20.000 contribuyentes que tributan en Cataluña, y ponerlo en marcha de cara a 2011. Según las cuentas de la Consejería de Economía, estas subidas supondrán unos ingresos adicionales de 75 millones de euros al año. Castells reconoció que cuantitativamente el efecto para las arcas catalanas será "leve", aunque destacó su valor cualitativo acorde con la filosofía de que quien más tiene ha de contribuir más.
"Ésta es una subida de impuestos que complementa un conjunto de ahorro del gasto en 1.670 millones, y supondrá una reducción del déficit en 2.100 ó 2.200 millones de euros", explicó Castells. El responsable de la Economía catalana advirtió además de que "habrá que tener en cuenta que hay que llegar a una reducción del déficit de hasta 3.000 millones en 2011, por lo que todavía habrá que hacer esfuerzos adicionales". El conseller consideró adelantó además que "es muy probable que medidas similares sean imitadas por diversos gobiernos autonómicos".
Antich Dicho y hecho. Horas después de ese anuncio, el presidente del Gobierno balear, el socialista Francesc Antich, planteó una subida de un punto en el tramo autonómico del IRPF para las rentas superiores a 100.000 euros, con el fin de recaudar unos 2 millones de euros anuales, al tiempo que propuso elevar el tipo del 7 al 8% del Impuesto de Transmisiones en el caso de bienes inmuebles superiores a 450.000 euros para recaudar cerca de 3 millones de euros.
Asimismo, en el Pleno del Parlamento balear para explicar las medidas que pretende adoptar el Gobierno autonómico para reducir el déficit público hasta el 2013, Antich propuso una tarifa progresiva en el Impuesto de Sucesiones, que iría desde el 1% en el tramo de hasta 600.000 euros de base liquidable, hasta el 20% para el tramo superior a los 3 millones de euros, con el objetivo de recaudar 8 millones de euros anuales.
Por otra parte, planteó la creación de un impuesto ambiental que grave las actuaciones económicas de grandes empresas que repercutan en el medio ambiente, con el fin de recaudar 18 millones de euros anuales, mientras que, por otro lado, anunció que se "intensificará" el esfuerzo contra el fraude fiscal.
Antich remarcó estas medidas fiscales que afectan "a los que más tienen", podrían suponer ingresos adicionales de 25 a 30 millones.