madrid. La inflación armonizada española -medida igual en todos los países de la zona del euro- ha proseguido en abril su senda alcista y se ha elevado una décima, hasta el 1,6%, el nivel más alto desde noviembre de 2008, debido fundamentalmente a la subida de los precios de los carburantes y combustibles.

Así lo apunta el indicador adelantado del Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA), publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), y que mide los precios de forma armonizada con el resto de los países de la zona del euro.

Distintos analistas coincidieron en la repercusión que ha tenido el precio del petróleo en el dato del IPCA en abril. Para el director de coyuntura económica de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), Ángel Laborda, en el dato, que se corresponde con sus previsiones, ha influido el comportamiento del petróleo, que en su opinión parece que se ha estabilizado entre 80 y 85 dólares el barril.

Para Laborda, si el precio no sube más "no tendría por qué impulsar más la inflación". Por ello, cree que hasta agosto los precios se mantendrán estables "con algún altibajo mensual" y a partir de ese mes, cuando entre en vigor la subida del IVA, podría aumentar unas 5 ó 6 décimas, para acabar el año en torno al 2% o algo más, siempre desde la hipótesis de que los precios del petróleo se mantengan en los niveles actuales.

Según el INE, en el comportamiento del IPCA de abril ha influido el descenso de los precios del viaje organizado, pero principalmente el incremento de los precios de los carburantes y los combustibles.

De hecho, por el barril de Brent se pagaban hace un año 51,39 dólares de media frente a los 85,55 dólares que cuesta de media en lo que va de abril de este año. Para el economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, más que los precios del petróleo, es preciso seguir la inflación de los servicios, que es la que ofrece "el indicador de verdad", y ésta prácticamente se ha estabilizado desde diciembre, con valores próximos al 1% o ligeramente superiores.

En su opinión, esto significa que "el ajuste ya se ha acabado" y que las empresas empiezan a ver "cierto ánimo en sus clientes y no están por la labor de bajar los precios".

Señaló que parte del ajuste de costes que han hecho las empresas lo han trasladado al cliente con menor precio, pero que ahora "cree" que la destrucción de empleo en los servicios se ha acabado y el ajuste de precios también, "lo cual es una excelente noticia y aunque no estemos bien, vamos a mejor". Para el final del año su previsión es que la tasa de inflación se sitúe en torno al 1,5%.

La subida del precio de los carburantes hizo que el IPCA alcanzase una cota histórica del 5,3% en julio de 2008, pero a partir de ese mes los precios interanuales comenzaron a moderarse hasta alcanzar registros negativos por primera vez en marzo de 2009, que se mantuvieron hasta octubre.