LA sociedad vasca envejece a marchas forzadas. La natalidad es muy baja, el índice de fecundidad de las mujeres vascas ha pasado de 2,77 hijos en 1975 a 1,2 en los últimos años, y mientras tanto la esperanza de vida aumenta progresivamente según el Eurostat. Los índices no dejan lugar a dudas, en el periodo que va desde 1980 hasta 2005, el País Vasco ha experimentado el mayor decrecimiento de la población entre 0 y 19 años de toda Europa, con un descenso del 52%, frente a la media de la UE, en la que los jóvenes se redujeron en un 20,4%. Por el contrario, la población de 60 o más años creció en Euskadi un 83%, frente a la media de 36,5% de los estados europeos. Aun cuando en los últimos años el envejecimiento se ha podido ralentizar muy levemente por la llegada de inmigrantes, el porcentaje de personas de mas de 60 años representa casi la cuarta parte de la población de Euskadi, y supera en mas de tres puntos porcentuales el índice de la UE, solo en Italia y en Alemania, el porcentaje de personas mayores de 59 años es mayor que el de Euskadi. Otro dato representativo es que el número de residentes en edad de trabajar, si hubiera demanda laboral suficiente, es de 2,5 por cada persona de 60 o mas años. Los organismos internacionales y los expertos en la materia consideran que una tasa inferior a tres es insuficiente para garantizar, a medio y largo plazo, la viabilidad económica de los sistemas de protección y atención social a la ciudadanía con necesidad de ella.
¿Qué porvenir y futuro va a ofrecer la sociedad vasca a los que habiendo llegado a una cierta edad, van dejando "el tiempo de la esperanza y del júbilo" y solo piensan en el "tiempo de la espera"?. La visión única y exclusiva del envejecimiento poblacional como una carga y un esfuerzo económico y financiero extra para las siguientes generaciones, debe de ser superada y cambiada radicalmente, y plantear este avejentamiento de la población, como una oportunidad de futuro para Euskadi, como un nuevo reto en esta segunda transformación en la que ya estamos embarcados. Es verdad que la generación o generaciones mas jóvenes van a tener que convivir en una sociedad envejecida y en proceso de mayor envejecimiento, con lo que ello supone de adaptación social, y de tener en muchos casos que aceptar prácticas, procedimientos, modas, referentes, experiencias y planteamientos de los "mayores", que van a tener un peso especifico importante tanto desde el punto de vista político-electoral, como en las demandas de sus atenciones sociales y asistenciales, pero compartiendo aquellos valores que permitan acceder a una sociedad moderna, y en total respeto y concordia.
El colectivo vasco "de tercera y cuarta edad", lo mismo que la población envejecida europea, que de los 25 millones de personas de edad en el año 2000, pasará a 340 millones (190 millones de mujeres y 150 de hombres) en el año 2050, será demandante de bienes, productos y servicios, y además con una cierta capacidad económica y exigiendo calidad, y respeto al medio ambiente.
¿No es posible empezar a plantear una estrategia para que Euskadi en el 2025, sea un referente en el mundo en cuanto a la elaboración de productos y servicios de calidad para atender la demanda de esa población de más edad? ¿Cómo podemos hacer esto? 1.- Aprovechando la cultura industrial existente, actualizando la misma, orientando el tejido empresarial hacia este nuevo mercado y hacia las demandas que él genera, incorporando las nuevas tecnologías y el esfuerzo en los campos de la gerontotecnologia, etc.
2.- Apoyando y apostando por la investigación y la innovación, sobre todo en aquellos campos relacionados íntimamente con la sanidad rehabilitadora para discapacitados y dependientes, con la atención social para autónomos y personas incapacitadas, con el ocio asistido y compartido, con la cultura participada que permita al colectivo mantenerse activo.
3.- Preparando a las nuevas generaciones de jóvenes con una capacitación profesional y universitaria que les permita ocupar perfectamente y con brillantez los nichos laborales que están quedando vacantes, por el normal relevo generacional, así como iniciarles en las nuevas tecnologías requeridas por los procesos industriales.
4.- También las generaciones en proceso de jubilación o disfrutando de ella han de procurar ocupar el nuevo rol en la sociedad vasca de jubilados "innovadores", no pasivos sino proactivos en los diferentes ámbitos sociales, políticos, etc., acompañando a los jóvenes en sus inicios profesionales, canalizando sus ideas innovadoras o en el voluntariado social.
5.- Dedicando los recursos necesarios para ello, tras un debate serio sobre como queremos que sea nuestro bienestar futuro, en un programa plurianual y único, con todas las garantías, controles y exigencias requeridas, cuya financiación proceda de gastos presupuestados actualmente y con destinos suntuarios o ineficientes, de dotaciones o actuaciones duplicadas que se están produciendo entre las distintas administraciones, de la reducción del fraude fiscal existente. Hemos de apostar a tope, por este avance innovador encaminado hacia la Economía del Envejecimiento y del Bienestar de las personas mayores, poniendo en su consecución todos los medios y esfuerzos necesarios, e impulsando aquellas actuaciones que visibilicen la "vejez" no como un deterioro, sino como un periodo lleno de potencialidades. ¡Ojala acertemos!
* Actuario