washington. El grupo japonés Toyota, primer fabricante mundial de automóviles, ha confirmado que ha aceptado pagar la sanción de 16,4 millones de dólares (12,2 millones de euros) que le ha impuesto el Departamento de Transportes de Estados Unidos por no comunicar posibles defectos en el pedal del acelerador de ocho modelos. No obstante, Toyota lamenta que la Agencia para la Seguridad del Tráfico (NHTSA) haya resuelto el caso con una multa, y niega cualquier violación de las leyes en materia de seguridad.

Al mismo tiempo, la empresa hizo hincapié en sus esfuerzos para solucionar los defectos de sus vehículos, e insistió en que no los ha ocultado para evitar un problema relacionado con la seguridad. Toyota ha decidido pagar la multa para evitar un posible litigio judicial y para centrarse en el objetivo de reforzar la calidad de sus productos de la forma más rápida posible.

"Nos permitirá centrarnos en entregar vehículos seguros, fiables y de alta calidad a nuestros clientes, respondiendo a sus necesidades con honestidad e integridad", apuntaron responsables de la empresa.

La multinacional nipona subraya que ésos han sido sus valores durante más de 70 años y asegura que se esforzará en mantenerlos ahora y en el futuro. Asimismo, se comprometió a mantener una relación más transparente con la NHTSA. El secretario de Transportes de Estados Unidos, Ray LaHood, insistió en que Toyota puso en peligro a los clientes al no comunicar los defectos en el pedal del acelerador. Así, aunque ha expresado su satisfacción por la decisión de la empresa de abonar la multa, anunció que seguirá investigando si Toyota ha cumplido todas sus obligaciones.