NUEVA YORK. Goldman Sachs aseguró hoy que las acusaciones de la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) son "completamente infundadas" y que por ello recurrirá la demanda interpuesta ante un tribunal de Nueva York.
"Los cargos presentados por la SEC son completamente infundados de hecho y de derecho, y nos defenderemos de ellos con determinación para abogar por la entidad y su reputación", aseguró el banco en un escueto comunicado en respuesta a la demanda presentada hoy.
El comunicado añade que "el Grupo Goldman Sachs es una firma líder en banca de inversión, valores y gestión de activos, que ofrece un amplio abanico de servicios financieros a una base sustancial y diversificada de clientes, incluidas empresas, entidades financieras, gobiernos y personas con un elevado patrimonio".
Además, recuerda que la entidad se fundó en 1869 y que, con sede en Nueva York, tiene también oficinas en Londres, Fráncfort, Tokio, Hong Kong y otro grandes centros financieros del mundo.
Ésta es la respuesta de Goldman Sachs a la noticia de que la SEC le ha acusado de fraude por la opacidad con que comercializó un producto vinculado a hipotecas de alto riesgo en abril de 2007.
Por aquella época el colapso del mercado hipotecario en Estados Unidos ya se veía venir, según la SEC, y aún así Goldman Sachs comercializó instrumentos financieros vinculados a hipotecas que tenían un alto riesgo de no ser pagadas puntualmente y sin dar la oportuna información a sus clientes.
La excesiva comercialización de ese tipo de deuda estructurada fue uno de los factores clave que contribuyó a la crisis crediticia que estallaría unos meses después.
La SEC, con sede en Washington, acusa a la entidad y a uno de sus vicepresidentes, Fabrice Tourre, de haber "distorsionado y omitido información clave" acerca de los instrumentos financieros que estaban comercializando, cuya rentabilidad estaban directamente vinculada a la evolución del mercado de las hipotecas subprime.
Según la SEC, el fondo de inversión Paulson & Co fue el encargado de colaborar de una manera activa en la selección y estructuración de esa deuda y, por lo tanto, conocía el riesgo que entrañaba.
Además, y siempre según lo defendido por la SEC, el fondo se dedicó a invertir en esos instrumentos, pero lo hizo a la baja, lo que quiere decir que apostaba a que iban a perder valor.
"Goldman permitió a un cliente que estaba apostando en contra de la evolución del mercado hipotecario tener una gran influencia en la selección de los activos que debían incluirse en la cartera del producto" mientras aseguraba a sus clientes que la selección la hacía "una tercera parte objetiva e independiente", explicó hoy el director de la División de Investigación de la SEC, Robert Khuzami.
Según la SEC, Paulson & Co llegó a pagar 15 millones de dólares a Goldman Sachs para apostar en contra de los activos que él mismo había seleccionado, con la creencia de que éstos tendrían problemas, tal y como ocurrió.
Goldman Sachs nunca informó de este conflicto de intereses, del que era consciente el vicepresidente Tourre, a los clientes a los que vendió sus productos, y que ahora dicen haber perdido unos 1.000 millones de dólares por ello.
Esta denuncia aceleró hoy las pérdidas en la Bolsa de Nueva York, donde las acciones del Goldman bajaban un 11,5 por ciento dos horas antes del cierre del mercado, al tiempo que el índice Dow Jones de Industriales bajaba más de un 1 por ciento.