París. El crecimiento de la zona euro se estancó en el último trimestre del pasado año, según las cifras revisadas publicadas ayer por Eurostat, que han empeorado el pronóstico inicial de un aumento del PIB 0,1%.

Los datos subrayan la fragilidad de la recuperación económica, que está siendo muy lenta, según ya habían adelantado muchas instituciones. Las cifras de Eurostat -la oficina de estadísticas comunitaria- muestran que el aumento de la economía de los 16 países que comparten el euro fue de cero respecto al trimestre anterior mientras que en la comparación frente a un año antes se produjo una caída del 2,2%, una décima más que en los datos iniciales.

Las cifras fueron más débiles de lo que habían previsto los analistas, quienes habían pronosticado un crecimiento del 0,1% debido principalmente a que la recesión en Italia fue más profunda que lo inicialmente pensado. Sólo las exportaciones y el crecimiento de inventarios evitaron que la zona euro registrara otra vez una caída pues la contribución a la cifra trimestral por parte de gobiernos y el consumo doméstico fue cero y la inversión tuvo una aportación negativa.

Entre los países de la zona euro cuyos datos estaban disponibles, el mayor incremento trimestral del PIB se registró en Eslovaquia (+2%), por delante de Malta (+0,9%) y Francia (+0,6%), mientras que los mayores retrocesos se observaron en Irlanda (-2,3%), Grecia (-0,8%) e Italia (-0,3%). En el caso de España el PIB del cuarto trimestre retrocedió un 0,1%.

OCDE también ve dificultades Los datos de Eurostat están en consonancia con lo afirmado ayer por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que ha advertido que la recuperación económica registrada por las principales economías durante el tramo final de 2009 parece haber perdido fuerza durante los primeros meses de 2010. Asimismo, el conocido como Club de los países ricos cree que hay acentuados contrastes en la expansión de las diferentes regiones, apareciendo más sólida en EEUU y Japón que en la zona euro.

La OCDE ha presentado sus nuevas previsiones de crecimiento del PIB para las siete mayores economías mundiales (G-7) para las que augura un crecimiento agregado del 1,9% en el primer trimestre de 2010 y del 2,3% entre abril y junio, por debajo de la expansión del 3,7% observada en el último trimestre del ejercicio 2009.

El adelanto de las cifras macroeconómicas de la OCDE no incluye desglose para España, aunque el economista jefe de la organización, Pier Carlo Padoan, preguntado por una comparación entre la situación española y la griega, aseguró que existen diferencias de base entre los dos países. En el caso de España mencionó la existencia de un "problema de sostenibilidad en su crecimiento", mientras que en el de Grecia dijo que se trata de una cuestión de la sostenibilidad de sus finanzas.

Por último aseguro que "aunque apreciamos signos alentadores de una mayor actividad, la fragilidad de la recuperación, la precariedad del mercado laboral y las posibles dificultades procedentes de los mercados financieros subrayan la necesidad de ser prudentes a la hora de retirar las medidas de apoyo", señaló Padoan.