Antonio García, socio y director de Seavi. Foto: jaizki fontaneda
vitoria. La realidad no es nueva. En tiempos de crisis como los actuales, quien más quien menos decide ajustarse el cinturón, analizar cada euro que se gasta, ahorrar el que no tiene y, la mayoría de las veces, ser capaz de sacar adelante su producción con la mitad de recursos. ¿Contradictorio? Más bien cíclico; repetitivo sin excepción. Empresas y empresarios, por norma, tienden a aplicar este catálogo de actitudes cuando ya es demasiado tarde, aunque las consecuencias de esta crisis, probablemente, dejarán una herencia mucho más severa que las vividas hasta ahora. "Nada volverá a ser igual. Algo tendrá que cambiar a partir de ahora en la forma de organizar el trabajo", se escucha desde hace meses en el tejido empresarial.
En esta línea de ajuste y control del gasto bien podría encajar Seavi, el centro de negocios de Vitoria cuya filosofía de trabajo se ajusta, a priori, como un guante en la política de austeridad que pretenda llevar a cabo cualquier empresa con problemas o cualquier profesional que necesite, en un momento dado, un espacio y una imagen para llevar a cabo una acción concreta. Según Antonio García, socio y director de la firma, la opción de un centro de negocios como el suyo garantiza a cualquier compañía un ahorro mensual del 60% en gastos de oficina y hasta un 82% cuando se trata de invertir en la primera oficina convencional. ¿El secreto? "La eficiencia, el servicio y la imagen", responde García, que dirige desde 1996 un espacio que hoy cuenta con 800 m2 de oficinas y despachos inteligentes dotados con todo tipo de artilugios tecnológicos de última generación. "Todo lo que una empresa necesita para su actividad, ya sea de reciente creación o no, lo tiene aquí y si le falta algo se lo conseguimos en 24 horas", sostiene este joven empresario. De la seguridad y predisposición que ofrece esta oficina inteligente dan cuenta, entre otros, los acuerdos alcanzados con compañías aseguradoras para cubrir de forma inmediata las necesidades y los posibles perjuicios que puedan sufrir sus clientes. Son los llamados planes de contingencia. "Pongamos que un incendio destruye una planta de un edificio donde trabaja el departamento de internacionalización de una empresa. En 24 horas le garantizamos un nuevo puesto de trabajo en nuestras instalaciones; por el tiempo que necesite y las condiciones que demande", asegura García.
más competitivos Seavi divide sus clientes en permanentes y temporales. En ambos casos cuenta, actualmente, con un índice de ocupación que ronda el 85%. La crisis, asegura García, ha provocado un cierto aumento de la demanda, aunque tampoco supone un nicho de mercado interesante. Para su suerte, el nivel de fidelización de sus clientes es "muy significativo". La gama de targets es extensa y flexible. Los hay que acuden durante una hora, un día, una semana o varios meses.
Es un nuevo modelo de oficina a la carta, abierto las 24 horas del día y pensado para facilitar las cosas, mejorar el producto y otorgar a cada cliente un plus extra. "Hay que ser competitivo antes de empezar", razona su impulsor, que ya ha extendido su negocio a 17 ciudades del Estado a través de una red de centros de negocio en capitales como Madrid, Barcelona o Bilbao.