ATENAS. Los 3.500 empleados de las aduanas están en huelga a partir de hoy y hasta el jueves en protesta contra el aumento de impuestos, recortes de bonos y cambios en la jubilación.

Las protestas ocasionarán serios problemas en el abastecimiento del mercado y, en especial, de las gasolineras, mientras que los trabajadores de otros sectores harán sendos paros en los próximos días.

Tras la de los aduaneros, vendrá el viernes la huelga de los dueños de las gasolineras, convocada para protestar contra la obligación de dar recibos para limitar el mercado negro de carburantes.

También el mismo día, los cerca de 16.000 taxistas harán un paro por la misma razón, la imposición obligatoria de dar recibos a sus clientes.

Y todo el país se prepara para una huelga general de 24 horas el 24 de febrero. "Esperan que Grecia cumpla con las medidas", "Gran ansiedad por nuevas medidas", "Llegan los impuestos en 30 días", son algunos de los titulares con los que la prensa griega informa hoy sobre las negociaciones de los socios europeos para ayudar a Grecia a resolver la crisis de su deuda.

Los socios de Atenas en la zona del euro exigieron ayer al Gobierno heleno sacrificios adicionales a los recortes aprobados ya con el fin de conseguir una reducción del déficit en 4 puntos porcentuales este año.

Entre ellos, destaca una bajada de los gastos en el sector público, con la congelación de sueldos y contratos, que deberá aportar unos 800 millones de euros, así como aumentos de impuestos.

Pero además, reunidos en Bruselas, los ministros de Finanzas de la zona del euro recomendaron el lunes un aumento del IVA en 2 puntos porcentuales y suprimir un salario adicional que se da a los empleados civiles.

Asimismo, abogaron por elevar los impuestos sobre los carburantes, la electricidad y los vehículos de lujo.

"Mientras más medidas, más pide Bruselas", "Asumen medidas en Bruselas sin preguntarnos", dice hoy el diario heleno de centroizquierda Elefterotipia.

Un nuevo golpe a la credibilidad del país ha sido la información difundida por "The New York Times" de que Grecia presuntamente burló los límites de endeudamiento de la zona del euro en 2001 con la ayuda del banco estadounidense Goldman Sachs bajo el Gobierno del ex mandatario socialista Costas Simitis.

"Alquimia de Simitis", "Simitis nos puso una deuda de 3.000 millones de euros", comentan hoy los medios del país.

El ejecutivo socialista contempla la posibilidad de formar una comisión examinadora parlamentaria sobre responsabilidades sobre el rumbo de la economía en el período 2004-2007, bajo el Gobierno conservador, y sobre supuestos falsos datos remitidos a Eurostat.

En cambio, la oposición conservadora propone una examen sobre el manejo de la economía a partir de 1981, es decir, también durante los mandatos anteriores de ejecutivos socialistas.

Según los resultados de un reciente sondeo, el 61 % de los encuestados apoyan a Papandreu pese a las drásticas medidas impopulares de ahorro que ha impuesto.