Londres. Dos de las principales agencias crediticias, Moody"s y Fitch, coincidieron ayer en que la calificación de la deuda española está "bien anclada". Es decir, no ven necesario cambiar la nota sobre la solvencia financiera de España, manteniéndola en la triple A. En la jerga de estas firmas, la AAA se traduce como "calidad superior", es decir, lo máximo que se puede obtener.

La confianza mostrada en España redució ayer el diferencial con la deuda alemana en 19 puntos básicos, el mayor recorte de los últimos 11 meses. Así, la rentabilidad de las obligaciones españolas a diez años está en el 3,976%, y la de las alemanas, en el 3,194%.

Para Moody"s la situación de España "no es directamente comparable" con la de Grecia y es necesario diferenciar entre los perfiles de riesgo de las finanzas públicas de dichos países y de Portugal.

En su opinión, la calificación del país vecino está sujeta a una moderada presión bajista, como recoge su perspectiva negativa. De acuerdo con la agencia de rating, "estas situaciones no son directamente comparables con la de Grecia".

Estos tres países "puede que compartan la misma moneda, pero no muestran el mismo perfil de crédito", afirma Kristin Lindow, vicepresidente senior del área de riesgo soberano de Moody"s.

La agencia apuntó que las preocupaciones sobre la capacidad de dichos Estados para hacer frente a sus déficits y financiar sus cuentas no están respaldadas por evidencias. La firma admitió que su situación financiera sugiere una mayor diferenciación del riesgo crediticio de lo que permiten apreciar sus respectivos ratings.

Asimismo, el director de riesgo soberano de Moody"s, Pierre Cailleteau, afirmó que la atención respecto a las necesidades mensuales de financiación magnifica la ansiedad del mercado, pero subestima la flexibilidad financiera de los gobiernos. En su opinión, los Estados cuentan con todas las opciones a su disposición para controlar su deuda, como asistencia temporal por parte de los respectivos bancos centrales, financiación por parte de miembros de la Unión Monetaria o de sus instituciones e, incluso, en casos extremos, ayuda por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Como demuestra el plan de rescate que prepara la UE para Grecia, abanderado por Alemania.

Por su parte, la agencia crediticia Fitch no da una sentencia firme, mientras afirma que no peligra la calificación triple A para la deuda pública española, también tacha de "ambicioso" el Plan de Estabilidad diseñado por el Gobierno, donde destacó la ausencia de crecimiento, según la firma.

Los expertos de la firma insistieron en que la contracción del 0,3% del PIB que espera el Ejecutivo español para 2010 es el mayor riesgo al que se enfrenta la economía española y apuntan que las medidas de ajuste anunciadas, junto a las debilidades del mercado laboral, pueden perjudicar en un futuro la recuperación económica del país.

Sin embargo, Fitch indicó que en la economía española también se ven aspectos positivos como la mejora de las exportaciones o el crecimiento de la productividad. En este sentido, recalcó que, aunque la deuda pública española va a alcanzar su cota máxima en 2012, alrededor del 75% del PIB, seguirá siendo bastante más baja que la de otros países con calificación AAA, la misma que mantiene la deuda española.

En este sentido, la agencia consideró que no peligra la triple A para la deuda pública soberana de España y asevera que no es el único país con este rating con problemas "Reino Unido, entre los países con triple A, es uno de los más vulnerables junto con España y Francia", agregó el responsable de deuda soberana para Europa, Oriente Medio y Africa de Fitch, Brian Coulton.