Toronto (Canadá). Los ministros de Economía y gobernadores de bancos centrales del G7 celebraron esta noche una cena de trabajo en la localidad canadiense de Iqaluit con la que iniciaron 24 horas de conversaciones sobre la situación económica mundial.

A la cena, celebrada cerca del Círculo Polar Ártico, a unos 2.300 kilómetros al norte de Toronto, acudieron representantes de Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón.

Antes de la cena, algunos de los ministros de Economía (como el italiano Giulio Tremonti) y gobernadores de bancos centrales aceptaron la invitación de su colega y anfitrión, el canadiense Jim Flaherty, para subirse en trineos tirados por perros "huskies".

También antes de la cena de trabajo, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, quien retrasó su llegada a Iqaluit por la intensa nevada que cayó hoy en Washington, mantuvo una reunión con el ministro de Finanzas japonés, Naoto Kan.

Según un comunicado dado a conocer por la delegación estadounidense, los representantes de Washington y Tokio discutieron la reforma financiera mundial.

Poco antes del inicio formal de la reunión, el ministro de Finanzas canadiense afirmó que las conversaciones serán más informales de lo que ha sido la norma en los últimos años.

"Esta reunión no girará en torno a comunicados negociados y textos preparados. Será el momento de una discusión franca y una determinación colectiva para ayudar a poner la economía global firmemente en el camino de la recuperación", afirmó Flaherty.

En la cena de trabajo, los ministros y gobernadores tenían previsto abordar el actual estado de la economía mundial y los mercados financieros, así como los riesgos del futuro inmediato.

Tras la cena, los anfitriones dijeron que las delegaciones mantendrán una discusión sobre el futuro papel del G7.