¿PUEDE un Ejecutivo llevar un rumbo fijo en medio del vendaval de la crisis cambiando continuamente a los responsables de dirigir las políticas económicas? La empresa se antoja cuando menos complicada, pero ésa es la espiral de la que no consigue salir el Gobierno Vasco que en apenas siete meses ha sufrido ya dos remodelaciones en departamentos de alto contenido económico y en dos materias muy sensibles: el empleo y la innovación, el principal resorte con el que cuentan las empresas para salir del pozo de la crisis.

El Gabinete López informó el pasado martes de varios cambios en cadena en el Departamento de Industria. Oficialmente, el actual viceconsejero de Innovación, Pedro Hernández, abandona el Ejecutivo para "liderar la fusión" de los centros tecnológicos de la corporación Tecnalia, un proceso ya en marcha que no concluirá hasta 2011. En el trasfondo, según varias fuentes, existiría una colisión de intereses, en este caso más de carácter personal que profesional.

Pedro Hernández, un histórico militante socialista que fue parlamentario a principios de los noventa y diputado vizcaíno de Promoción Económica en los gobiernos de coalición PNV-PSE, se consideraba capacitado para liderar un Departamento en la legislatura del cambio. Patxi López le reservó un papel más técnico y gris al frente de una Viceconsejería, la de Innovación y Tecnología, situada teóricamente en el eje de la actividad del Gobierno, pero que ha visto cómo el plan anticrisis del Gobierno apostaba por otras áreas y por la edificación, relegando a un segundo plano la inversión en tecnología y la mejora de la productividad.

¿Nueva crisis? Otra interrogante sale al paso tras la salida de Hernández del Ejecutivo. ¿Se trata de una crisis similar a la que se desató cuando el primer viceconsejero de Empleo, Pablo Angulo, dio un portazo y abandonó Lakua por desavenencias con la consejera Gemma Zabaleta? Angulo, independiente sin vinculación al PSE, aunque no quiso ofrecer su versión, no pudo evitar que trascendieran su choque de pareceres con Zabaleta. Nadie dudó entonces de que se trababa de una crisis en toda regla.

De hecho venía precedida de otras dos dimisiones en el Departamento de Empleo, la de la directora de Inserción Social, Pilar Arbaiza, y la de la responsable de prensa de Zabaleta. La lectura está más abierta ahora con Hernández y las filas más cerradas en el socialismo en torno a la figura de Patxi López. De lo que no cabe duda es de que el recambio conllevará un reajuste departamental y, por tanto, un parón de la actividad. Además, de otro sobresalto en una casa obligada a transmitir tranquilidad a las empresas en medio de la crisis.

A efectos prácticos, abandona el equipo del consejero de Industria, Bernabé Unda, uno de los maquinistas de la política económica del Ejecutivo. Y lo hace sin que la nave haya dado muestras de gran dinamismo en el medio año largo que llevan los socialistas al timón. Su sustituto estaba ya en la casa. Será Juan Ignacio Goicolea, el actual viceconsejero de Gabinete, Planificación y Estrategia.

Juan Goicolea, el relevo Goicolea es el hombre de confianza de Unda en el Departamento. Adscrito hasta ahora a una Viceconsejería con escaso contenido técnico y un amplio registro de funciones vinculadas a atender las necesidades del resto de las columnas que conforman el Departamento y a trasladar al consejero sus opiniones para trazar una estrategia común.

Es un cargo más interno que de puertas afuera. Por ello, Unda moverá ahora banquillo y situará a otro hombre de su más absoluta confianza al frente de su Gabinete, Pedro Gómez Damborenea, su actual asesor de Comunicación y Relaciones externas, la persona delegada hasta el momento para coordinar las apariciones públicas del consejero y su relación con la prensa. El encargado, en definitiva, de bregar con los medios de comunicación críticos con la gestión del Departamento.

La nueva misión encomendada a Hernández alimenta la teoría de que el salto a Tecnalia oculta un recambio forzado por la falta de sintonía de Unda con el ya ex viceconsejero de Innovación y Tecnología. Los seis centros tecnológicos que se fusionarán para crear el mayor centro tecnológico privado del Estado -y el quinto de Europa- dieron un paso irreversible el pasado mes de junio aprobando el protocolo de integración. Sólo Neiker, en Álava, y Azti, en Gipuzkoa, no entrarán en un primer momento en la operación puesto que el primero cuenta con capital público -precisamente del Gobierno Vasco- y el segundo tiene en Lakua su cliente más importante.

cargo testimonial Hernández será el "representante del Ejecutivo" en el consejo de Tecnalia. Industria,cuenta con un vocal en la corporación tecnológica. Se trata de un cargo testimonial porque es la iniciativa privada, con empresas como Iberdrola, Ingeteam o Guardian, entre otras, la que lidera el proyecto. Aunque no ha trascendido los detalles del relevo, en principio los vocales del Gobierno no cobran por participar en este tipo de actividades. Tampoco se conoce de momento cómo impulsará Hernández una integración en marcha y sin vuelta atrás.