vitoria. El lehendakari, Patxi López, manifestó ayer su voluntad de "mantener los niveles de déficit y de deuda pública en niveles más que razonables y compatibles con las calificaciones crediticias elevadas" que ahora tiene. López respondió así durante el Pleno de la Cámara vasca a una interpelación del PNV sobre "los planes del Gobierno Vasco para mantener la calificación financiera del rating a largo plazo".

El País Vasco conserva para su deuda la máxima calificación de las tres principales agencias calificadoras (Standard&Poors, Fitch y Moody"s), la triple A, gracias a su bajo nivel de endeudamiento público. Dato éste que, en cualquier caso, ayer cifró el Banco de España destacando que es el más bajo en relación al PIB de una comunidad autónoma a pesar de haberse triplicado en el último año. Las principales agencias de calificación han advertido recientemente de los riesgos de la economía española y, el jueves, Moody"s rebajó la calificación de siete comunidades autónomas, entre ellas Cataluña.

El lehendakari reconoció que la caída recaudatoria (en torno al 17% al cierre del ejercicio) y el impulso a la inversión pública van a conllevar un aumento del déficit pero lo situó "dentro de los parámetros fijados por la UE". Sin embargo, admitió que "si se produjera una reducción adicional de las calificaciones que actualmente ostenta España, eso dificultaría casi con toda seguridad el poder mantener las perspectivas de las calificaciones actuales". En este sentido, López recordó que el País Vasco "no es una isla y le afecta para bien y para mal la realidad que nos rodea". Para intentar paliarlo, subrayó "la necesidad de convencer a las agencias de rating de la fortaleza de nuestro sistema tributario propio, no dependiente del Estado, y de las particularidades de nuestra economía".

gobierno "agarrotado" López respondía a una pregunta del portavoz del PNV en el Parlamento Vasco, Joseba Egibar, quien puso en valor el estado saneado de las finanzas públicas que heredó el actual Gobierno Vasco como la base de que el déficit actual sea aún sostenible. Sin embargo, advirtió de que "para enganchar el tren de la recuperación hay que ser competitivos y eso exige una preparación". "Y no estamos viendo a este Gobierno con fortaleza, sino rígido, agarrotado, y en muchos aspectos a la defensiva y perdido". En este sentido, se refirió a los "hitos" del Gobierno Vasco actual y puso como ejemplo el pacto suscrito con ELA y otros sindicatos para la Administración Pública, que prevé "una reducción del calendario laboral en 48 horas y seis días de libre disposición para asuntos propios". "Cuando las empresas de este país están navegando y ahogándose entre ERE, el ente público llega a un acuerdo en esas condiciones", criticó.

El lehendakari replicó que "ahora hay un buen acuerdo encima de la mesa para la Administración pública, cosa que no fue capaz de hacer el anterior Ejecutivo en diez años".

Asimismo, reconoció que "el Ejecutivo de Ibarretxe fue capaz de tener remanentes de tesorería y de conseguir la triple A porque el crecimiento económico nos aportaba tal cantidad de ingresos que incluso los presupuestos se hacían mal y se presupuestaban por debajo los ingresos para luego tener remanentes". "Por eso, no había necesidad de deuda y por eso, teníamos la mejor calificación. Lo que ocurre es que ahora la recaudación ha caído hasta el 25%, aunque ha mejorado y estamos en el 18%", concluyó.