IRUÑEA. La propuesta del plan de integración ha sido acordada por Enrique Goñi, director general de Caja Navarra; Álvaro Arvelo, presidente de CajaCanarias; José María Arribas, presidente de Caja de Burgos, y Fernando Alzamora, presidente de "Sa Nostra", informaron hoy las entidades financieras en un comunicado.
Las cajas han presentado la propuesta de contrato de grupo al Banco de España, y la propuesta de plan general de integración ha sido presentada por Caja Navarra, CajaCanarias y Caja de Burgos.
"Sa Nostra", por su parte, ha suscrito el protocolo fundacional, que es el documento original presentado al Banco de España el 7 de octubre, y está trabajando en la propuesta del plan general de integración.
El nuevo grupo, se plantea como un proyecto de crecimiento nacional e internacional basado en la Banca Cívica como modelo de negocio.
Una vez recibidos los comentarios a la documentación entregada en el Banco de España, está previsto presentar en la segunda quincena de enero el plan de integración detallado, por lo que la aprobación definitiva por parte de los órganos de gobierno correspondientes podría tener lugar en la segunda quincena de febrero y así el Grupo Banca Cívica podría ofrecer sus primeros resultados consolidados en el mes de abril.
El grupo Banca Cívica se situará, una vez reciba el visto bueno definitivo del Banco de España, como la sexta caja española en activos totales, con 60.000 millones de euros, la cuarta por fondos propios, con más de 3.800 millones de euros, y la quinta en resultados antes de impuestos, con 224 millones de euros.
Sus 6.000 empleados se reparten por las 26 provincias españolas en las que el grupo Banca Cívica tiene presencia física con sus 1.070 oficinas, en las que dará servicio a más de 2,4 millones de clientes.
La fórmula de integración será la creación de un Grupo Económico Consolidado (GEC) que ofrecerá resultados consolidados, lo que significa que contará con una calificación crediticia única y una sola supervisión por parte del Banco de España, y actuará como un único interlocutor en los mercados financieros, por ejemplo en las emisiones de deuda.
La participación en esta nueva sociedad se fijará en función a la valoración económica de las entidades, que mantendrán su personalidad jurídica, gestión de obra social, marca y gestión de redes comerciales en sus territorios naturales.
Las políticas estratégica, financiera, comercial, de créditos y riesgos, internacional y de organización se fijarán desde una nueva sociedad, que actuará como una empresa de servicios financieros plenos.
Desde esta sociedad se gestionará también la red comercial del grupo que se encuentre fuera de los territorios naturales de las cajas, así como su crecimiento futuro nacional y, sobre todo, internacional.
La integración comercial del nuevo grupo se caracteriza por la complementariedad de sus redes comerciales, ya que tan solo 69 oficinas del total de 1.070 que tienen las cuatro cajas se encuentran en las mismas poblaciones.
Esta circunstancia, señalan las entidades, significa que la integración no tendrá coste en términos de empleo, ya que, además de "la alta complementariedad" de las redes comerciales, la eficiencia resultante de las integraciones de los servicios centrales tendría como destino las nuevas unidades de facturación para potenciar el nuevo modelo de negocio.
Estas unidades operan gestionando entidades sociales, que captan clientes para Banca Cívica y así financian sus proyectos.
La Banca Cívica, explican las cajas, es una forma de hacer finanzas que "cambia radicalmente" la relación de las entidades con los clientes, ya que estos deciden cómo distribuir el dinero de la obra social entre miles de proyectos sociales y conocen cuánto dinero están movilizando con su elección.
Caja Navarra lleva cinco años desarrollando con éxito el modelo de Banca Cívica y más de 5.000 entidades sociales se han sumado al proyecto junto con sus entornos de influencia.