madrid. Los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, advirtieron ayer al Gobierno y a la CEOE de que, para salir de la crisis económica, no pueden buscar "atajos" para la creación de empleo y deben mantener sus inversiones productivas porque "de la crisis no se sale hasta que no se cree empleo". Esta fue una de las principales demandas que suscribieron

ambos líderes sindicales en la Puerta de Alcalá de Madrid, al término de la movilización general que convocaron para pedir la recuperación del diálogo social y para exigir que se movilicen recursos para reactivar la economía.

Aunque no se dieron cifras oficiales, miles de personas procedentes de todas las comunidades autónomas secundaron la marcha. Para la protesta, CCOO y UGT fletaron 650 autobuses y 21 trenes. Entre los asistentes, secundaron la marcha 35 organizaciones sociales, 6 organizaciones empresariales y de la economía social, 112 organizaciones de mujeres, 6 organizaciones sindicales, 4 organizaciones políticas, 15 organizaciones inmigrantes y 29 organizaciones de solidaridad.

advertencia Toxo avisó al Ejecutivo y a los patronos de que "precarizar" es la forma "más rápida de llegar al conflicto" y de que el "capital privado es cobarde" y se refugia en paraísos fiscales o en SICAV. El líder de CCOO advirtió de que los sindicatos no acostumbran a amenazar, pero que actuarán "en consecuencia con las políticas que se desplieguen en el futuro inmediato", en alusión a la reforma laboral. Además, pidió al Ejecutivo que cumpla con lo pactado en relación con la integración del régimen especial de los trabajadores agrarios (REASS) en el general de la Seguridad Social, y conseguir que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) alcance el 60% del salario medio para la próxima legislatura.

A las empresas, Toxo les reclamó moderación en sus beneficios y canalizar los excedentes hacia el tejido productivo. "No es asumible ni tolerable que en una situación de crisis las empresas del Ibex repartan 18.000 millones de euros en beneficios cuando están despidiendo a miles de sus trabajadores", agregó.

compromiso Por su parte, Méndez dijo que en el corto plazo los sindicatos van a exigir medidas para recuperar el empleo entre los jóvenes y para que los empresarios busquen alternativas a los despidos, entre las que destacó la reducción de jornada. Además advirtió al Gobierno de que, si quiere controlar el paro, tiene que "anteponer hasta que sea necesario" las inversiones públicas y las garantías de protección social.

El secretario general de UGT dijo que la manifestación de ayer es una "demostración de fuerza democrática para cambiar las cosas" ya que representa a la "inmensa mayoría" de este país, que son los trabajadores. Frente a esta mayoría, señaló que hay "una minoría con mucho poder económico y mediático", que en su opinión atacan a los sindicatos porque "saben que somos el gran obstáculo que tienen y vamos a evitar que no se aprovechen de la crisis". Méndez recordó que la crisis económica empezó por una "enfermedad incurable del tuétano del sector financiero" y vinculó esta manera de entender la globalización financiera con los problemas de cambio climático o de flujos migratorios. Por ello, dijo que hay que reorientar la economía al servicio de las personas y no del dinero, porque, de lo contrario, la cumbre de Copenhague "se quedará en palabras".

Concluida la marcha en la Puerta de Alcalá, José Manuel Monzón, El Gran Wyoming, presentó el acto de clausura en el que las actrices Asunción Balaguer y Pilar Bardem leyeron el manifiesto de los sindicatos.

respuestas Ante esta movilización el ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, José Blanco, aseguró que sus demandas "no van a pasar desapercibidas para el Gobierno" y apostó por "salir todos juntos de esta crisis, con el esfuerzo de todos y a través del diálogo social". Blanco defendió el empleo de calidad como un medio para "tener un horizonte de futuro, que permita salir cuanto antes de esta crisis, sin que nadie quede abandonado en la cuneta". Nada dijo Blanco de las protestas de los manifestantes contra la política económica del Gobierno.

Más crítico fue el coordinador general de IU, Cayo Lara, quien consideró que la manifestación debe ser "un fuerte toque de atención a la banca y al Gobierno" y criticó, además, que la política económica del jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, sea "seguidismo del neoliberalismo de la derecha". "Será un toque de atención para reclamar la falta de liquidez de las pymes y de las familias para pagar la hipoteca, así como dar un giro a la política del Gobierno, explicó Lara. "No sólo deben pagar la crisis los trabajadores y trabajadoras", sentenció. Por último, Lara avanzó que si el Gobierno no rectifica, deberán ser los propios trabajadores los que reclamen una huelga general a los sindicatos.

En las antípodas el presidente del PP, Mariano Rajoy, a quien le hubiera gustado que en la manifestación se hubiera pedido un cambio de la política económica, "porque con esta política es imposible salir de la crisis a corto y medio plazo". A su juicio, para ese cambio de política económica es preciso contar con los empresarios y con los trabajadores, "con todos". "En España sobra división", dijo, para añadir que "faltan proyectos políticos que sirvan para unir al conjunto de los ciudadanos". Para él "de la crisis se sale trabajando todos conjuntamente y jugar a dividir es un enorme error". >agencias