BILBAO. Recientemente, el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Bilbao les había denegado los EREs solicitados por la empresa y la administración concursal que pretendían la extinción de 31 puestos de trabajo. En su resolución judicial, el titular del juzgado concluyó que no existía causa objetiva para aceptar los expedientes ya que no se aportaban las cuentas anuales de las compañías. Además, censuró que se incluyera a dos delegados sindicales entre los posibles afectados por los EREs.

Ambas empresas, que fueron declaradas en concurso el pasado mes de mayo, pretendían la extinción colectiva de 21 de los 36 trabajadores de Lember y 14 de los 29 de Grafman, alegando la grave situación económica que padece la empresa.

Tras esta denegación de los EREs, las empresas han solicitado ante el Juzgado el cese total de la actividad empresarial de las dos compañías y, por lo tanto, la extinción de la totalidad de los contratos de trabajo ante su "crítica situación económica".

El pasado 19 de noviembre la administración concursal convocó a una reunión a la empresa y los trabajadores para ver la posibilidad de alcanzar un acuerdo, que finalmente tampoco fructificó. Por lo tanto, el 23 de octubre se planteó en el juzgado la retirada de la propuesta de convenio presentada y la solicitud de su liquidación.

Ante esta situación, consideran que carece de sentido que la administración concursal realice una nueva propuesta al Juzgado de EREs y por tanto se solicita el cese total de la actividad ante la "generación de pérdidas permanente y la imposibilidad de atender a sus vencimientos la totalidad de los créditos contra la masa".

Fuentes de los trabajadores criticaron la decisión y también la actitud mantenida en algunos casos por los sindicatos. En este sentido, reclamaron que se busque una salida porque su objetivo es que se siga "manteniendo la actividad", asumiendo que será necesario tener que efectuar algún tipo de ajuste laboral, "de manera no traumática".