Washington. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha anunciado la ampliación de las medidas de estímulo económico con inversiones en las infraestructuras y en las exenciones tributarias al haber costado menos de lo previsto el programa de rescate financiero. En un discurso pronunciado en la Institución Brookings, Barack Obama dijo que pretende "acelerar la creación de empleo" con parte de los 200.000 millones de dólares -135.000 millones de euros- que se ahorrarán en el programa de rescate financiero.

El problema del paro en Estados Unidos es acuciante en las últimas fechas ya que la tasa de paro en octubre se situó en su porcentaje más alto en 26 años. "La ayuda a los bancos, que se pensó que costaría a los contribuyentes miles de millones de dólares, está en camino de generar en realidad miles de millones de dólares en beneficios" para el erario público, declaró el presidente. El programa fue lanzado por la administración de su predecesor, George W. Bush, para evitar el colapso del sistema financiero tras la quiebra del banco de inversiones Lehman Brothers.

No obstante, la estabilización de los mercados durante los últimos meses ha hecho que muchos de los grandes bancos hayan devuelto dinero al Estado con intereses y que el coste del programa se haya reducido.

"Esto nos da la oportunidad de reducir el déficit más rápido de lo que habíamos pensado antes y dedicar fondos que habrían ido a ayudar a los bancos de Wall Street a contribuir a la creación de empleo", dijo Obama.

La Casa Blanca no divulgó el volumen total de dinero que se destinará para estimular la economía, aunque un funcionario de alto cargo que pidió no ser identificado dijo a la prensa que el coste del programa dependerá de las negociaciones con el Congreso.

Adelantó, sin embargo, que el Gobierno sopesa destinar en torno a 50.000 millones de dólares adicionales en proyectos de infraestructura, transporte y sistemas sanitarios que tengan un impacto inmediato.

Entre las medidas anunciadas ayer por Obama también destacan rebajas de impuestos para las pequeñas empresas y un nuevo incentivo fiscal para promover las contrataciones, con el objetivo de reducir el índice de desempleo, ahora situado en el 10%.

También ofrecerá exenciones tributarias a los propietarios de viviendas que inviertan en aislar sus casas y en aparatos que consuman menos energía.

Para muchos, estas medidas sólo responden a una estrategia política debido al descenso de popularidad que ha sufrido el presidente Obama. En concreto, la bajada se ha establecido en un 50% por primera vez desde que llegó a la Casa Blanca. Unas circunstancias en las que los demócratas se ven en serias dificultades para afrontar unas más que complicadas elecciones legislativas dentro de 11 meses.