La presión fiscal de España se redujo en 4,3 puntos durante el ejercicio 2008 hasta un 33% del PIB con respecto a 2007, cuando alcanzó el 37,2%, según las cifras facilitadas ayer por la OCDE. La cifra se sitúa por debajo de la media de los países miembros de la institución, que también bajó la presión fiscal en 2008 medio punto con respecto a 2007 hasta situarse en el 35,2%. España está en el grupo en el que la presión registró descensos por "menores impuestos sobre ingresos y las propiedades y los bienes y servicios", especifica.