Vitoria. El segundo gigante alavés no ha podido aguantar más. Y, como era de esperar en una coyuntura económica donde la demanda sigue contraída y el consumo no repunta, Michelin se ha visto obligado a seguir la estela de vecinas como Mercedes, Aernnova o Tuboplast, y adoptar medidas traumáticas para aguantar el temporal. La dirección comunicó ayer en Valladolid en una convocatoria extraordinaria al comité intercentros su receta para preservar el empleo, así como la viabilidad y competitividad en sus diferentes fábricas.
La receta de la multinacional francesa, titulada Continuidad de las medidas de adaptación a la crisis, consta de dos acciones vinculantes: la aplicación de un ERE de suspensión a partir del 1 de enero de 2010 para 386 trabajadores nacidos en los años 1949 y 1950 en los centros de Vitoria (175), Aranda (125) y Valladolid (86); y la prórroga de la vigencia del Acuerdo Marco de Excepcionalidad (AME) hasta diciembre de 2010. Esta herramienta, pactada y ampliada entre empresa y sindicatos en dos fases (diciembre de 2008 y abril de 2009), ha contribuido a mantener a lo largo de los últimos meses la paz social y el empleo de la plantilla, sin embargo, a pocas semanas de que expire su duración ha comenzado a dar muestras de agotamiento.
Michelin ha constatado que diversas líneas de producción como la 1, 2, y 3 de Vitoria -dedicadas a los neumáticos para ingeniería civil- están cercanas a agotar los 70 días de cierre firmados. Según cree la empresa, este ala de Vitoria previsiblemente agotará sus días antes de finalizar el año, puesto que ha consumido ya 67 jornadas. Al peligro de este agotamiento, que se extiende también con crudeza en el resto de líneas de producción del resto de centros (turismo, motocicleta, agrícola...), añade la empresa la incertidumbre de las previsiones: "No podemos vislumbrar el final de la crisis económica global que nos está arrastrando".
contrato relevo Los 386 trabajadores afectados por el expediente son los mismos que conforman la lista del Plan de Mejora de la Competitividad (PMC), firmado hace dos años para el periodo 2008-2011. Este plan recoge que los empleados en cuestión tendrían su salida prevista mediante un contrato relevo a los 61 años y medio como máximo. La salida al paro se haría en un intervalo que variaría entre los 60 y los 61 años y medio, en función de la situación de cada actividad, de su carga de pedidos y de su nivel de excedentes. Tras el periodo de desempleo (entre 0 y 18 meses), el trabajador pasaría a la jubilación en él prevista y con las condiciones pactadas en el PMC.
Garantías en el desempleo El nivel de empleo en Michelin se iría así reponiendo progresivamente por medio de los contratos de relevo previstos con personal de nueva contratación. "Se trata de una sólida alternativa que nos colocará inmejorablemente para poder afrontar la remontada de los niveles productivos con la salida de la crisis", sostiene la empresa. Durante el tiempo que dure el desempleo, los afectados cobrarían el 70% de su salario bruto durante los 12 primeros meses y el 72% en el semestre siguiente. De cara a la jubilación definitiva, la situación de los trabajadores a los 65 años será similar a la que hubieran tenido si hubiera estado trabajando hasta esa edad.
"Hemos recogido la propuesta y la vamos a estudiar. Pero a grandes rasgos, y si se cumplieran todas las condiciones que el documento recoge para acelerar la salida a los compañeros que están a punto de jubilarse, podríamos decir que sería una solución poco traumática", reconocía ayer Marcial Moreta, de CCOO. Desde UGT, por su parte, se entiende la propuesta como "viable", si bien, advierte de que la segunda medida, la prórroga del AME, "va a ser un asunto delicado". Empresa y sindicatos volverán a reunirse el próximo viernes en Vitoria con el compromiso, en principio, tratar de sellar un acuerdo.