CSKA James (14), Hilliard (3), Kurbanov (8), Voigtmann (19), Hines (6) -quinteto inicial-; Bolomboy (6), Koufos (4), Baker (-), Hackett (10) y Sant-Roos (11).

VALENCIA BASKET Vives (9), Van Rossom (16), Labeyrie (2), Doornekamp (7), Dubljevic (10) -quinteto inicial-; Marinkovic (7), San Emeterio (-), Ndour (8), Motum (5) y Colom (6).

Parciales 20-17; 22-22; 18-17; 21-14.

Árbitros Pukl, Panther y Silva.

Pabellon Megasport Arena.

Moscú - El Valencia Basket cayó ayer con dignidad (81-70) ante el vigente campeón de la Euroliga, el CSKA Moscú, en un partido que mantuvo con vida hasta los últimos cinco minutos gracias al buen trabajo colectivo pese a las sensibles bajas de los taronjas (Abalde, Loyd, Sastre y Tobey), que frenan así su racha de dos victorias consecutivas en la máxima competición continental.

El equipo dirigido por Jaume Ponsarnau no pudo dar continuidad a su idilio con Rusia tras la doble victoria de la semana pasada. Esta vez se topó con un CSKA que no brilló, pero cuya efectividad fue suficiente para tumbar las buenas intenciones del cuadro levantino. El exbaskonista Johannes Voigtmann fue el mejor de los locales con cinco triples en otros tantos intentos (19 puntos en total + 10 rebotes).

El Valencia comenzó sufriendo el acierto del jugador alemán desde la línea de 6,75 metros. El arranque de los moscovitas fue muy eléctrico, pero Van Rossom correspondió con varias canastas de mérito que siempre mantuvieron el choque equilibrado. Motum y Colom, que fue clave con sus robos, hicieron mover el marcador como un acordeón (20-22, min.12) durante varias fases.

Los valencianos dieron la cara pese a las numerosas bajas pese a aterrizar en la capital rusa en adversas circunstancias. Sin embargo, la pelea no bajó de intensidad en los minutos posteriores (36-36, min.17). Mike James apareció cuando menos lo necesitaba el Valencia. El americano vive en estado de gracia y pronto encadenó aciertos para dar la iniciativa al CSKA (44-41) y Voigtmann, todavía con la muñeca caliente, añadió dos triples más a su brillante estadística. El partido comenzó a sonreír a los rusos, pero los visitantes siguieron intentándolo.

Van Rossom volvió a tirar del carro mediado el tercer asalto y la distancia se redujo de manera considerable. Tres acciones consecutivas del talento belga sirvieron para que el electrónico no diese la espalda a los españoles (60-56). Pero hasta ahí llegó la gasolina del Valencia, sobre todo por la escasa inspiración desde el perímetro. En los últimos cinco minutos todo fue cuesta abajo para los de Moscú, sobre todo con la aportación de Sant-Roos, Bolomboy y el mencionado Voigtmann. - E.P.