Te preguntarás: ¿En qué consiste esta Ley? Antes de responderte contarte que creé esta Ley para mí misma y quiero compartirla contigo por si te puede servir a ti tanto a nivel personal como a nivel profesional.

¿Qué quiere decir esta Ley? Que a veces con lo que poco que creemos que sabemos podemos hacer grandes cosas. Solo es cuestión de saber utilizarlo o aplicarlo de forma correcta y efectiva.

Te preguntarás de dónde ha salido esto y qué quiere decir exactamente.

Todo empezó en una competición de esgrima, deporte como tantos otros minoritarios que tenemos la suerte de poder practicar aquí mismo en Álava. Llevaba muy poco tiempo practicando y nuestro entrenador nos comentó si queríamos participar en una competición nacional en Madrid, nada más y nada menos que allí, y competir, entre otros, con los grandes. Aún consciente de lo poco que llevaba y creía que sabía, o que no podía estar a la altura, pudieron la ilusión, las ganas y la decisión fue ir. Al fin y al cabo era una experiencia con el objetivo de aprender junto con mis compañeros. Una vez allí, a punto de entrar en la pista, entraron los sudores y los miedos. ¡Qué iba a hacer yo con lo poco que sabía! Seguro que tenía que haber entrenado aún más. Entonces un maestro holandés se acercó a mí y me dijo: “Virginia, concéntrate en lo que sabes, a veces con lo poco que sabemos podemos hacer grandes cosas”.

Entonces fui consciente de que me estaban pudiendo mis miedos y me aferré a las palabras que me había dicho aquel entrenador que de repente había aparecido de la nada a mi lado.

Entré en pista, fui pasando asaltos, hasta llegar a las llamadas directas, asaltos a quince tocados. Recordaba todo lo que había entrenado y los consejos de mi maestro. Utilicé las paradas que conocía y con las que me sentía segura. Fue un asalto en el que iba ganando por puntos, estaba cómoda en la pista y segura con mi adversaria. Pero al parar en un descanso alguien me dijo: “Sigue así, muy bien, estás tirando (compitiendo), con la segunda tiradora (esgrimista), del ranking nacional”. Me había tocado con ella en el cruce. De repente toda mi seguridad se vino abajo al saberlo. ¿Quién era yo para ir ganando, hasta el momento, en puntos a alguien superior a mí en experiencia y ranking? Mi actitud en pista cambió, ya no estaba tan segura ni tan concentrada y perdí por muy pocos puntos. Pero hasta ese momento aplicar lo que sabía me había llevado hasta ahí: perdí no por no saber, si no por mi mentalidad; pensé que yo no era digna de ganar.

Esto fue Perder para Aprender. Lo importante también fue Atreverse, a pesar de la incertidumbre, las dudas y los miedos. Por eso destaco a los entrenadores, deportistas y personas, que se atreven, porque no solo se gana por quedar el primero o hacer más puntos, (por supuesto ese es uno de los objetivos), también se gana en aprendizaje, cada uno se lleva el suyo. Se aprende también de competir con los grandes, con los que saben más o con otros deportistas de tu mismo nivel. Se gana en conocimiento y experiencia. Hay que permitirse cometer errores para instruirse y mejorar.

Por eso creé esta Ley de la Aplicación Correcta y Efectiva, que vuelvo a recordar que consiste en que a veces con lo poco que creemos que sabemos podemos hacer grandes cosas. Solo es cuestión de saber utilizarlo o aplicarlo de forma correcta y efectiva. El tema es que quizás no has comprobado los resultados que puedes tener aplicándola porque no te has atrevido a hacerlo.

Eso es porque en ocasiones pensamos que tenemos que saber más, que no sabemos lo suficiente y nos quedamos como apalancados en la parálisis por análisis. El aprendizaje debe de ser constante, debemos siempre mejorar, solo que en ocasiones pueden más los miedos, las dudas, nos hacemos pequeños frente a los demás, cuando sabemos más de lo que creemos. Hay que entender que para recorrer el camino hay que empezar a andarlo dando los primeros pasos.

Lo importante es que con lo que tú sabes ya tienes un conocimiento de algo. Es aplicarlo de la forma más correcta y efectiva que sepas en este momento. Luego vendrá el seguir aprendiendo, evolucionando, mejorando, pero atrévete porque si no no vas a obtener resultados o al menos poder valorarlos. Créeme que igual no ganas, pero llegarás más lejos de donde estás ahora.

También hay que ser consciente de en qué punto estás y dónde debes y quieres dirigirte. Siempre va a haber gente que sepa más que tú, gente que esté en tu mismo nivel y gente que sepa un poquito menos que tú. Es a estas personas a las que tú puedes aportar valor y enseñar igual que lo hicieron contigo y luego lo harán ellas. Atrévete a aplicar la Ley de la Aplicación Correcta y Efectiva. Te invito a que lo hagas, a que tengas confianza y seguridad en ti mismo y en lo que tú sabes, en tu conocimiento. Lo único que tienes que hacer es aplicarlo de la mejor manera posible.