Vitoria - Si cada año se empieza de cero en el deporte, en el caso de Garbiñe Muguruza esa frase cobra mayor sentido en 2020. Tras el peor curso de su carrera, la vasco-venezolana da un giro a su carrera al ponerse en manos de Conchita Martínez, una persona que la entiende bien, con la intención de recuperar su tenis y "volver a los puestos de arriba del ranking. Ya he estado ahí y sé que puedo hacerlo de nuevo". "Tengo mucha ilusión por este año, pero sabemos que el proceso hay que llevarlo poco a poco", ha comentado la jugadora de Caracas, que advierte de que "lo más importante es saber lidiar con los buenos y los malos momentos" en un circuito sin un dominadora clara y con mucho movimiento de un año a otro, salvo la excepción de esas cinco o seis jugadoras que sí consigue ser regulares en su rendimiento.

Muguruza dio su peor versión desde Roland Garros, apenas sumó triunfos en la segunda mita de 2019, y está ahora mismo en el puesto 36 de la WTA. Desde este sábado pone en marcha su temporada en el torneo chino de Shenzhen "con las pilas cargadas". Después, jugará en Hobart, un torneo que ya ganó en 2014, y entre ambos debe recaudar los puntos suficientes para subir puestos y meterse al menos entre las 32 cabezas de serie del Abierto de Australia para conseguir un cuadro más asequible en las primeras rondas. En Shenzhen será la quinta favorita por detrás de Bencic, Sabalenka, Mertens y Wang. - R.C.