Houston - Pocos podían imaginarse que el hijo de un pequeño comerciante de Teaneck, localidad del estado de Nueva Jersey, llamado David Joel Stern, llegase algún día a ser el comisionado más admirado del deporte profesional en Estados Unidos. Su fallecimiento en el primer día del nuevo año 2020, a la edad de 77 años, al no superar un derrame cerebral que sufrió el 12 de diciembre, puso de nuevo en perspectiva el legado que dejó después de 30 años que estuvo al frente de la NBA.

Stern, un graduado en Derecho por la Universidad de Columbia, y seguidor desde niño de los Knicks de Nueva York, comenzó su andadura en la NBA como asesor jurídico, en 1978, cuando la organización no pasaba por sus mejores momentos. Desde que tomó posesión de la oficina de Comisionado, el cuarto en la historia de la organización, el 1 de febrero de 1984, daría comienzo una trayectoria profesional única. Con un estilo de gestión autoritario y de control del negocio, como su padre manejaba la tienda familiar en Teaneck, Stern logró transformar a la NBA de un ente en plena crisis en una multinacional con ingresos anuales de 6.000 millones de dólares.

En su camino para conquistar el mundo, Stern no descartó a nadie que estuvo a su lado, buscando siempre la excelencia y que todos diesen lo mejor como profesionales y personas, mientras era implacable con los que se oponían a su gestión. Dio paso a una multinacional que enfocó como un negocio, que fue creciendo gracias a un habilidoso sistema de mercadotecnia en torno a superestrellas como Michael Jordan, Magic Johnson, Kobe Bryant, Shaquille O'Neal y LeBron James, entre otros. Antes de Stern y en los primeros años de su mandato, la NBA era una liga cuyos partidos de play off se pasaban diferidos, mientras actualmente las Finales se ven en más de 200 países con contratos multimillonarios de televisión. Su gestión económica permitió que cuatro franquicias pasasen de estar al borde de la quiebra a que ahora superen el valor de más de 1.000 millones de dólares si fuesen puestas a la venta. La NBA, cuando se retiró Stern en enero del 2014, generó 5.500 millones de dólares en ingresos anuales, y los equipos tenían un valor promedio de 634 millones mientras los jugadores promediaban 4 millones en salario anual, que actualmente es ya de 7,7 millones de dólares.

La permanencia de Stern en el cargo, la más larga entre todos los comisionados de ligas deportivas profesionales en Estados Unidos, hizo que la NBA se convirtiese en el modelo perfecto de la nueva globalización que se vive en el mundo, adelantándose más de una década a esa realidad.

Stern, que fue contratado como asesor general en 1978, un año antes de que Larry Bird y Magic Johnson ingresaran a la liga, los utilizó como los elementos perfectos para darle una nueva dimensión, y el mismo año en que la NBA hizo su primera incursión en el extranjero cuando los Washington Bullets enfrentaron al Maccabi en Israel. El comisionado fue el que visionó los momentos históricos de la formación del Dream Team de Estados Unidos, el conjunto de estrellas de la NBA que causó furor en los Juegos Olímpicos de Barcelona'92. La incursión de estrellas como Jordan, Bird, Johnson, Charles Barkley y Scottie Pippen lanzó internacionalmente a la NBA e incrementó los valores de sus equipos, ganando mercado y aficionados en China, Europa y la India. A la vez, los mejores jugadores del mundo también comenzaron a llegar a la NBA para hacer la diferencia con jugadores como el español Pau Gasol, el alemán Dirk Nowitzki, el francés Tony Parker y el argentino Manu Ginóbili.

Durante su etapa, la liga se expandió de 23 a 30 equipos y los Knicks de Nueva York, los Lakers y los Bulls triplicaron sus valores como franquicias. Stern superó con éxito los graves problemas laborales que se le presentaron, incluyendo las disputas salariales con los jugadores, que dieron lugar a temporadas acortadas por paros en 1999 y 2011-12, que superó con advertencias como que "pudo enterrar a cualquiera". Dado que conocía mejor que nadie el mercado laboral, bajo su mandato se establecieron topes salariales y las normas del impuesto de lujo que niveló los gastos y trajo una paridad financiera entre los equipos. - Efe