Sigue aquí en directo a Gonzalo en su décima etapa a través de este link.

Un camino por Aefat: Etapa 10

Un camino por Aefat: Etapa 10

LA CRÓNICA DE LA NOVENA ETAPA

Hoy ha sido seguramente el día más complicado de todos desde que comenzó está aventura.

Amanezco pronto, como todas las mañanas, y después de desayunar en Carrión de los Condes, comienzo con la etapa de cada día.

Nada más salir de este precioso pueblo palentino me espera la nada. Si, habéis leído bien, la nada. Durante 17 kilómetros es lo que hay a mi alrededor. Pastos a un lado y al otro y por delante kilómetros y kilómetros de ancha y recta pista. Por lo menos avanzó a buen ritmo y no dejo de pasar peregrinos.

Nada más salir del precioso pueblo palentino de Carrión de los Condes me espera la nada. Durante 17 kilómetros es lo que hay alrededor

En Sahagún aprovecho para comer con Cecilio y Rubén, este último perdió a su pequeña hija por culpa de la ataxia telangiectasia

Cuando después de más de dos horas en la misma situación, aparece el pequeño pueblo de Calzadilla, casi no me lo creo. Algo diferente que ver. No me dura mucho la alegría ya que hasta llegar a Ledigos son otros seis kilómetros más así.

Hoy es un día para tener la cabeza dura pero esto, por suerte, también lo había entrenado. Hablar con la familia me entretiene un rato.

A partir de aquí el recorrido, todo el rato pegado a la N-120, mejora ya que cada cuatro o cinco kilómetros aparece un pueblo y cojo la costumbre de pararme. Bebo, como y reseteo mente, así hasta el siguiente.

Llegó a Sahagún, tengo un poco doloridas las plantas de los pies y ya noto que es el noveno día en mis piernas. Me quedan seis kilómetros para llegar.

En Sahagún aprovecho para comer con Cecilio y Rubén, su hijo, lo que además de sacarme de la rutina del día, me alegra. Rubén perdió a su hija por la ataxia telangiectasia cuando sólo tenía tres años y medio. Sigue colaborando activamente con Aefat. Tanto tú como tu hijo, Cecilio, sois muy grandes.

Al final, tras casi ocho horas y 50 kilómetros llegó a Bercianos del Real Camino, toca descansar.

Por cierto, mañana si todo va bien llegaré a León, capital, porque a la provincia, una más, ya he llegado.

Buen Camino.