Vitoria es una ciudad de baloncesto y ayer se volvió a demostrar con un gran ambiente que no solo animó el pabellón de Mendizorroza durante la disputa de las semifinales de la Supercopa femenina, sino que también se pudo sentir por las calles de la capital. Y es que a lo largo del sábado se pudieron ver bufandas de los equipos visitantes, tanto del Perfumerías Avenida, como del Valencia y del Girona, mezcladas con el reinante color verde del Kutxabank Araski.

Los araskizales no dejaron de animar.

Rápidamente el ambiente se trasladó al pabellón, donde los aficionados pudieron vibrar con un primer encuentro emocionante que terminó llevándose el equipo taronja. Es más, cerca de 1.500 personas estuvieron presentes en Mendizorroza durante el primer partido y pudieron disfrutar tanto de un gran encuentro como de un bonito ambiente.

INFATIGABLES

Además del color verde que se hizo notar desde un primer momento, el centenar de aficionados que se acercaron desde Salamanca animaron con pasión durante los 40 minutos del encuentro, a pesar de la derrota de su equipo. Es más, el público del equipo que dirige Roberto Íñiguez no cesó en su empeño de animar a las suyas. Algo que tampoco hicieron las de naranja, que no se quedaron ni mucho menos atrás. Además del baloncesto, estos eventos siempre tienen algo especial y como se suele decir en las grandes fiestas, siempre sucede algo inesperado. Y es que en el descanso del primer partido, un balonazo rompió el segundero de posesión y se tuvieron que invertir varios minutos para arreglarlo. Además, en el comienzo de este mismo encuentro, tampoco es que funcionara a la perfección y también se vivió algún que otro parón por causas similares. Por otra parte, estos torneos también llaman la atención de otros deportistas y la tenista Carla Suárez estuvo presente en Mendizorroza para disfrutar del mejor baloncesto femenino.

‘Mendi’ vibra con la Supercopa femenina

El final del primer partido dio paso de forma rápida a los cánticos habituales de Mendizorroza, es decir, la Marea Verde se puso manos a la obra para arropar a las suyas. Los cánticos, los carteles, las banderas y las fotografías de los araskizales se hicieron notar desde la presentación de su equipo hasta el final. En definitiva, un ambiente festivo y sano entre aficiones.