Todos los araskizales tienen aún en su mente aquel ascenso en el 2016 del Araski en Cáceres. Un hecho histórico, probablemente uno de los más icónicos del club alavés, que sirve para motivar a las jugadoras y cuerpo técnico del equipo filial que invocan a esa ilusión para soñar ahora con un ascenso que reconocen que es difícil, pero no imposible.

El conjunto vitoriano, quien ya lleva varios días con su mente puesta en la cita de Sevilla, viajará este miércoles a la ciudad andaluza para aclimatarse y preparar una fase de ascenso a LF 2 que comenzará el jueves y que podría alargarse hasta el domingo. El Silken Hoteles Araski jugará como mínimo tres encuentros, es decir, uno por día desde el jueves hasta el sábado contra el SPAR Gran Canaria, el Grup Barna A y el CB Pozuelo.

El ascenso directo se lograría en caso de ganar todos los encuentros y siendo líder del grupo. Sin embargo, también cabe la posibilidad de quedar en la segunda posición. En tal caso, las gasteiztarras disputarán un cuarto encuentro, el domingo, contra el equipo que hubiera quedado segundo del otro grupo.

La fase de ascenso será exigente tanto física como psicológicamente y aunque los rivales a enfrentar parten como favoritos, la palabra miedo no existe en el Silken Hoteles Araski. Lo único que predomina en el conjunto vitoriano ahora es la ilusión. La ilusión por hacer algo bonito ya que, según admite Lierni Aguado, "nadie esperaba que llegáramos hasta aquí, pero fuimos ganando encuentros y ahora simplemente tenemos que continuar como hasta ahora".

El equipo que dirige Álex Suso, que este curso se ha estrenado como primer entrenador después de llevar dos años como ayudante, también se muestra expectante ante el titánico reto a la vuelta de la esquina. "A todo el mundo le gusta vivir estas experiencias y esto se ha logrado gracias a la unión entre las jugadoras, todo el cuerpo técnico y el propio club. Cuando todos remamos en la misma dirección, todo es más fácil", desvela.

arrate, la guía espiritual

Las protagonistas coinciden en que la fase de ascenso no solo es un premio al buen trabajo de esta campaña, sino también una recompensa al destacado crecimiento de estos años atrás, donde también se rozó el premio en varias ocasiones. "Hemos estado muchos años luchando y en casi todos ellos estuvimos cerca de lograrlo. Ahora que por fin estamos aquí tenemos que demostrar de lo que somos capaces y sorprender al resto de equipos porque ellos también llegan muy fuertes", destaca la pívot Mery.

En términos similares se expresa una veterana del Vietnam como Arrate Aguirre, que este curso ha vuelto a brillar en el primer equipo de Liga Femenina. "Año a año veíamos cómo íbamos mejorando y esta temporada por cómo ha ido todo nos ha llegado este premio, el cual no era un objetivo como tal, pero a ilusión no nos va a ganar nadie".

Por su parte, el responsable de que la máquina funcione (Suso) valora positivamente que la clave ha estado en que "hemos aprendido de los errores de otras temporadas y este año hemos sido más regulares y hemos llegado hasta aquí gracias a nuestro trabajo. Algo que nos hemos merecido tras estar varias campañas rozando el premio".

Ante esta nueva aventura, es difícil que a los araskizales no les venga a la mente aquel bonito recuerdo de Cáceres, donde se logró el ascenso a la máxima categoría del baloncesto nacional. Lógicamente hay diferencias respecto a aquel año, pero también es inevitable encontrar ciertas similitudes. Para empezar, en el equipo actual compiten tres baloncestistas (Arrate Agirre, Ioar Zamora y Cristina Molinuevo) que disputaron aquella fase de ascenso y tanto las jugadoras como el cuerpo técnico ya han tenido palabras de motivación para las más jóvenes del grupo.

"El mensaje que nos han dado es claro: que seamos nosotras mismas, que lo disfrutemos y que juguemos como hasta ahora. Además, cuando se vivió lo de Cáceres, yo tenía 14 años y ahí estuve en el público. Ahora es parecido y quizá no somos el equipo más duro, pero por qué no repetir una hazaña como la de aquel año", desgrana Lierni. Por su parte, Mery subraya que "lo que tenemos que hacer es luchar y confiar en que somos capaces de conseguirlo; cuando tienes confianza en ti misma, es cuando se logran superar los retos".

Arrate se ha convertido en la guía espiritual de las más jóvenes y acepta su papel de líder. "Se nota que nos escuchan cuando hablamos de Cáceres y se les nota esa ilusión en los ojos. Está claro que quieren vivir de jugadoras lo mismo que ya vivieron algunas como público". La exterior también añade que el Silken Hoteles Araski atesora la mezcla ideal para llegar a una fase de ascenso así porque, a su juicio, "somos un equipo joven, pero estamos 3 ó 4 veteranas, y esa experiencia junto a la ilusión de las más jóvenes es la mezcla ideal para lo que se avecina".

con ambición

El técnico, Álex Suso, aprecia ciertas similitudes entre Cáceres y Sevilla. "Salvando las distancias, el equipo llega de tapado, por así decirlo como la cenicienta. Igual que sucedió en Cáceres. Eso sí, eso no quita para que nosotras vayamos de pobrecitas, porque este equipo irá a competir y demostrar el por qué hemos merecido llegar hasta aquí. Lo que tengo claro es que ahora nos merecemos disfrutar de esta fase sin presión, pero compitiendo", señala.

A pesar de las dificultades y de la dureza de los rivales, también hay que tener en cuenta que la MVP. Y es que Arrate Agirre recibió dicho premio hace unos días tras su brillante temporada. "El premio es gracias a todo el equipo porque cuando todas hemos funcionado, yo he podido hacerlo bien. Además, no creo que sea tan determinante, porque cuando no he estado, ellas lo han hecho igual o mejor que conmigo", precisa con humildad la base, a quien su técnico dedica una larga retahíla de elogios. "Jugar con Arrate es muy fácil, pero no solo es ella. Yo tengo claro que es la mejor jugadora de la competición, pero la clave ha sido cómo todos los elementos del equipo han competido en una misma dirección. Este MVP es un trabajo de equipo".

Lo que está claro es que la fase de ascenso que va a disputar en breve el Silken Hoteles Araski será una prueba de fuego difícil pero, al mismo tiempo, una experiencia única para disfrutar. Algo que a buen seguro harán las vitorianas. En este sentido, Mery y Lierni admiten que "ya nos hemos imaginado la celebración junto a la marea verde".

Los sueños siempre pueden hacerse realidad y así lo traslada el técnico Álex Suso. "En el baloncesto casi todo es posible y hasta que no vayamos ahí no sabremos en qué lugar estamos. Todos los rivales serán fuertes, pero nosotras hemos hecho nuestros méritos y también somos fuertes", finaliza.

"Se ha logrado gracias a la unión entre jugadoras, cuerpo técnico y club; todo es más fácil si remas en la misma dirección"

"Lo que tenemos que hacer es luchar

y confiar en que somos capaces de conseguirlo, entonces superas los retos"

"Cuando se vivió lo de Cáceres, tenía 14 años y estuve en el público; ¿por qué no repetir una hazaña como la de aquel año?

"A ilusión no nos va a ganar nadie; la experiencia de las veteranas y la savia fresca de las jóvenes es la mezcla ideal"