Subió la temperatura, el viento sur surcando el aire entre los entresijos de la Itzulia Women, respirando su segunda jornada. Con el calor también engordó el relieve de la carrera, como si la tierra respondiera a los tirones de pelo del termómetro y la sacaran del letargo.

Se erizó el trazado, el terreno, hostil. Acumuló la etapa un perfil aserrado, con los dientes de las altos dispuestos a arañar al pelotón en cuanto pudiera. Se enfrentaron las ciclistas a un recorrido de 118 kilómetros con las subidas a Areitio, Montecalvo, Balcón de Bizkaia, Milloi, Trabakua y Karabieta. La Itzulia Women es un encadenado de clásicas y responde a ese espíritu.

Demi Vollering, la líder, es la que mejor se adapta a ese registro. Superior. De punta a punta. Después de conquistar Labastida, Vollering izó su bandera amarilla en Mallabia. La neerlandesa es inaccesible a la espera de la resolución este domingo de la Itzulia Women. Vollering derrotó a Baril y Cavalli en el repecho mallabiarra. Rooijakkers también se deshilachó. No mucho, pero sí lo suficiente.

LA FORTALEZA DE VOLLERING

Gobierna Vollering, que acumuló más renta. Vollering lidera la carrera con 22 segundos de renta sobre su Rooijakkers y 42 sobre Kristen Faulkner. "Me sentía fuerte", expuso la líder. Lo sufrieron sus rivales. "Ha sido un día mejor que el primero", argumentó Vollering, la jefa de la Itzulia Women. No fue el mejor día para Ane Santesteban. Enferma, se vio obligada a abandonar la carrera entre lágrimas.

Después de varios movimientos, enfatizado cierto caos y desgobierno, los cuellos almidonados, tiesos, de Karabieta, el último puerto, repartiría las cartas. Sería el croupier. Las rampas de Elgeta anunciaron a Demi Vollering, la líder. No esperó a nadie. La mejor defensa es un ataque. Endureció el ritmo la neerlandesa. Bastón de mando. Adelgazó el grupo de inmediato. Se concentraron las favoritas. La nobleza, dominante.

El vals no tardó en convertirse en un swing. Vollering, Moolman, Rooijakkers y Cavalli hombreaban unas con otras. Brand padecía en las rampas, indigestas para ella. Karabieta no hizo prisioneras. La líder, inquieta, sólida, sin fisuras, se impulsó nuevamente con energía. No concedió ningún respiro.

SIN RIVALES

La que quisiera seguirle tendría que esforzarse al máximo. Rooijakkers, Labous, Baril y Cavalli se reunieron con Vollering en la cima de Karabieta. Las cinco se lanzaron en el descenso. El grupo de Moolman acumulaba retraso. Demasiado. El quinteto colaboró para embocar en Mallabia, principio y final de la jornada.

En la empalizada mallabiarra, Vollering demostró su potencia. Arrancó con furia y nadie pudo rastrearla. Demasiado fuerte para el resto. La líder asestó varios segundos más a Baril y Cavalli, que tuvieron que agachar la cabeza ante el empuje desenfrenado de Vollering, varios cuerpos por delante. Dos de dos para Vollering, que ordena y manda en la Itzulia Women después de completar otra exhibición.