El Fundación Vital Zuzenak afronta esta semana dos jornadas de infarto en las que se jugará la permanencia ante el Bidaideak Bilbao y el Servigest Burgos. Los gasteiztarras, pese a que han vivido una de las temporadas más complicadas a raíz de los problemas generados por el covid, dependen de sí mismos para certificar un objetivo que hace unos meses era un objetivo casi inalcanzable. José Leep y Adrián García, dos veteranos del conjunto alavés, han analizado para DNA el desarrollo del curso y de paso reflexionan sobre sus historias de superación para hacer frente a los problemas del día a día y poder sentirse deportistas del más alto nivel junto a la silla de ruedas, su fiel compañera.

Ambos jugadores recalcan que la auténtica final es la que se vivirá el domingo con la visita del Burgos ya que el Bilbao es uno de los candidatos para lograr un billete a Europa y parece inaccesible. "Afrontamos esta semana con muchas ganas, energía y con buenas sensaciones porque más o menos estamos salvados. El objetivo de la permanencia está casi cumplido y aprovecharemos para preparar, sobre todo, el partido del domingo porque el del sábado es más complicado y no contamos con esa victoria", apunta Leep.

Mientras tanto, su compañero Adrián incide en que apenas habrá descanso entre un partido y otro: "Solo nos queda una semana y si ganamos el encuentro contra el Burgos nos salvamos, esas son las matemáticas. A nosotros se nos han juntado los partidos contra los equipos de la zona baja. Apenas vamos a tener recuperación entre un día y otro, jugar en casa sí que es un plus porque nos ayuda que venga la gente a meter presión al rival".

Nadie esconde que el desarrollo del curso ha sido complicado ya que el Zuzenak ha sido uno de los equipos más castigados por el covid. "La temporada ha sido dura, somos un equipo que no vamos a competir por la liga y este año no pensaba estar a estas alturas en esta situación pero por diferentes motivos la plantilla se ha quedado corta. El resto de equipos son muy buenos, pero sí esperaba tener alguna victoria más. El covid afectó mucho, aunque lo bueno es que llegamos a la última jornada dependiendo de nosotros mismos", coinciden Leep y García.

Sin embargo, Adrián destaca que esperaba haber logrado el objetivo de la permanencia con unas semanas de antelación. "A principio de temporada esperaba haber resuelto la permanencia mucho antes, también es verdad que se nos ha juntado todo con la situación del covid y esos partidos contra los equipos de la zona de abajo los hemos tenido que disputar a finales de marzo, que es cuando ha empezado realmente nuestra liga", matiza.

los golpes de la vida

Las historias de superación de Leep y García demuestran que jamás dan su brazo a torcer. El primero de ellos sufrió un accidente de coche que le cambió la vida y en el que fue el único superviviente de su familia. "Tuve el accidente de pequeño con cinco años y me quedé huérfano. Me llevaron al hospital y me amputaron las piernas, después fui a EEUU a por unas prótesis en las piernas y me adoptó una familia americana, ahí es donde conocí el basket", recuerda este jovial colombiano.

Este periplo en tierras norteamericanas inauguró una nueva vida para él. Fue ahí donde le dio una oportunidad al baloncesto y se vio cautivado por un deporte apasionante. "Yo era muy pequeño y nunca había probado el baloncesto. Estaba en un McDonald's y había un chico que jugaba a baloncesto. Su madre me invitó a que fuera a un entrenamiento y de ahí me enganché al basket. En esa época era todo muy difícil porque las sillas eran de hospital y pesaban mucho", rememora el colombiano.

Y desde los Estados Unidos cruzó el Atlántico para continuar con su sueño de competir al máximo nivel en baloncesto sobre ruedas. "Yo no tenía planeado ir a Europa y tampoco sabía que este deporte era profesional. Mi idea era terminar la universidad donde estaba estudiando con una beca y mi plan era buscarme la vida y encontrar un trabajo normal. En el último año un entrenador de Illinois me dijo que habría oportunidades en Europa y mandamos correos a técnicos para que me conociesen. Primero respondió un técnico de Toledo para que probase con ellos y así fue", cuenta José Leep con orgullo.

Y el resto vino solo. Años más tarde representó a Colombia en los Juegos Paralímpicos de Tokio y ya se ha consolidado como uno de los miembros más veteranos del Zuzenak. "Somos una familia y les considero como mis hermanos. Representar a mi país en lo más alto fue lo más, no sé qué más se le puede pedir, una medalla de oro tal vez. Ir a los JJOO y jugar contra otros países es lo máximo en el deporte", asegura.

espíritu de superación

Adrián García, por su parte, tiene una mentalidad guerrera y ultra-competitiva, lo que le ha llevado a no quedarse nunca atrás para lograr sus objetivos. "Nací con paraparesia espástica familiar y desde pequeño he tenido ciertas dificultades para caminar que con el tiempo van un poco a peor. Pero yo siempre he intentado tener una vida normal y realmente pienso que es una característica más. Mi mentalidad es que yo soy como cualquier otro y no me voy a quedar atrás de nadie. Yo siempre he dicho que no me digas que no lo tengo que hacer porque lo haré", relata el gasteiztarra.

Adrián, nacido en el 2002, comparte su pasión por el baloncesto con los estudios de Psicología en Bilbao, a donde va cada día para sacarse la carrera. "Sí que se hace duro porque es ir y volver todos los días y hay veces que entre que salgo desde la mañana y entreno por la tarde apenas paso por casa. Pero dentro de lo que cabe puedo llevarlo bien", explica el gasteiztarra.

A pesar de ser uno de los más jóvenes del Zuzenak, García se comporta como todo un veterano. "Yo empecé a jugar hace seis temporadas y he estado siempre en el club. Al principio estuve en el equipo B pero desde entonces ha habido uno solo y he estado en él. Este año han hecho la inversión de hacer otro equipo para que los chavales que vienen nuevos desde abajo tengan una competición y es mucho mejor tener un paso intermedio para que puedan ir subiendo su nivel", recalca.

Finalmente, ambos jugadores coinciden en que depender de sí mismos es un factor clave y agradecen los continuos ánimos por parte de su sexto jugador, quienes no les han dejado de lado pese a las innumerables dificultades. "Doy las gracias a la afición porque es muy buena, siempre nos apoyan y son los que sufren con nosotros. Que se animen a venir a Ariznabarra con todas las ganas porque es nuestra última semana y lo daremos todo", concluye Leep.

"Mi mentalidad es que soy como cualquier otro y no me voy a quedar atrás de nadie"

Jugador del Fundación Vital Zuzenak

"Esperaba resolver antes la permanencia, pero se han juntado este año muchas cosas"

"Un técnico de Illinois me dijo que habría oportunidades en Europa y aquí estoy"

Jugador del Fundación Vital Zuzenak

"Me adoptó una familia en Estados Unidos tras el accidente y ahí es donde conocí el basket"