- El Lenovo Tenerife de Txus Vidorreta ganó este domingo en Bilbao, la ciudad de su entrenador, su segunda Liga de Campeones, un triunfo incontestable ante el BAXI Manresa por 87-98 que lideró el base brasileño Marcelinho Huertas con la friolera de 14 asistencias.

Marcelinho, MVP de la final, fue el que engrasó el triunfo canario, que con esta victoria es el vencedor de la primera y la última Basketball Champions League, pero a él colaboraron todos sus compañeros en una tarde impresionante de acierto por encima del 65 por ciento en tiros de campo, 73 en T2 y casi el 55 en triples.

El base paulista terminó también con 13 puntos y 24 de valoración, bien ayudado por Sasu Salin (18 y 20), con un arranque espectacular, Aaron Doornekamp (11, 7 rebotes y 19), el único jugador que repite título con el conjunto tinerfeño, Kyle Wiltjer (17) y Giorgi Shermadini (14).

En el Manresa puso sobre la cancha todo lo que pudo, hasta un poco de sangre, Chima Moneke (24, 8 y 27), el MVP de la competición, aunque sin demasiada ayuda de sus compañeros. Entre los que aparecieron en ocasiones Joe Thomasson (15 y 15), Dani Pérez (12), Silvayn Francisco (12) y Luke Maye (10).

Pero a los de Pedro Martínez, sobresalientes en todo el torneo, les faltó hoy seguir el ritmo anotador de un Tenerife insuperable.

Arrancó el duelo con un tremendo ambientazo en la grada y un ‘duelo a muerte’ en OK Corral entre Salin y Moneke, saldado a favor del de rojo, que anotó los 12 primeros puntos en cuatro jugadas de tres puntos, dos triples y dos 2+1. Enorme anotación en los dos equipos, que no pararon hasta el descanso.

Regresaron de vestuarios los de Vidorreta como se fueron a ellos, con un tremendo acierto en los tiros que les permitió volver a amenazar con escaparse en el marcador. Fue el principio del fin para el Manresa, a pesar de que Moneke volvió a la cancha, y el inicio de la fiesta de los tres centenares de seguidores canarios. Todos emocionados cuanto los 5.000 del Manresa, después de haber agradecido a su equipo que les trajese a Bilbao, cantaron “Tenerife, Tenerife, Tenerife” atronando el pabellón.

Justa deferencia de la marea roja al indiscutible 87-98 final que recortó los 18 puntos de ventaja que llegó a alcanzar el conjunto canario en el último cuarto (71-89).