- Tan solo han transcurrido cuatro grandes premios del campeonato más extenso de la historia de la Fórmula 1, que alberga 23 citas, sin embargo, Mercedes, que ha iniciado con mal pie la nueva era, entierra sus opciones de campeón con Lewis Hamilton. El piloto británico asegura a estas tempranas alturas del año que no posee opciones de alcanzar su octavo título. "Estoy fuera del campeonato, seguro. No hay duda", expresó después de celebrarse el Gran Premio de Emilia Romagna. Es la confirmación de lo que, por el momento, es el fracaso de su proyecto deportivo.

En la prueba disputada en Imola, Hamilton fue incapaz de ganar una sola posición. Partió desde la decimocuarta pintura de la parrilla de salida y al término de las 63 vueltas acabó decimotercero; solo avanzó una plaza gracias a la sanción postrera de Esteban Ocon, para materializar su peor comienzo de año desde 2010; el británico es séptimo en el campeonato, con 28 puntos, a 58 de distancia del líder, Charles Leclerc. La desazón del piloto de Stevenage fue mayor al verse doblado por el vencedor, Max Verstappen, en la vuelta 40. "Tienes bandera azul, es Verstappen", le comunicaron por radio. Un tremendo golpe anímico.

Mercedes sorprendió en pretemporada al presentar un coche, el W13, con un diseño innovador. Ningún equipo había creado una máquina con las entradas de aire laterales en forma vertical en lugar de horizontal. El aspecto infundió respeto. Tras el éxito cosechado en la etapa previa de la F-1 -con seis títulos del campeonato de pilotos de ocho posibles y ocho de ocho en el de constructores-, se temía que Mercedes se hubiera inclinado de nuevo hacia una línea de desarrollo más acertada. Si bien, los resultados no terminan de llegar. El coche presenta serios problemas de traqueteo.

El rebote en la zona frontal de los monoplazas, denominado porpoising, es un mal generalizado que llega a consecuencia de la nueva reglamentación para el diseño de los coches. En la búsqueda de facilitar e incrementar el número de adelantamientos, el reglamento de la F-1 ha obligado a restar trascendencia a la aerodinámica de la parte superior de los bólidos, que generaba el aire sucio que impedía rodar unidos. Esa relevancia se ha trasladado a la panza, donde gracias a unas vías de paso del aire se produce el efecto suelo, que provoca un aumento de la carga aerodinámica que empuja a los monoplazas hacia el asfalto para puedan rodar a altas velocidades sin despegarse del suelo. Esta modificación ha provocado el porpoising, y Mercedes lo está sufriendo especialmente.

La velocidad de la unidad de potencia Mercedes tampoco está siendo un primor. Mientras el año pasado equipos motorizados por Ferrari, Alfa Romeo y Haas, aparecían en la cola de la clasificación, ahora son Williams y Aston Martin los rezagados, ambos propulsados por Mercedes. McLaren, la cuarta escudería con motores alemanes, empezó el año con un rendimiento irrisorio, pero parece haber progresado, como se observa en el podio de Lando Norris en Imola.

"Lewis, me quiero disculpar por el monoplaza inconducible que te hemos dado hoy -en Emilia Romagna-. Vamos a trabajar para mejorarlo. Saldremos de esta", manifestó el jefe del equipo Mercedes, Toto Wolff, ratificando por si había dudas que la escudería aún no ha dado con la tecla para ser competitivos. De hecho, se plantea la posibilidad de modificar en gran parte el monoplaza. "Este tipo es el mejor piloto del mundo y no tiene una máquina y un equipo que le sostenga para demostrarlo", defiende Wolff.

Pero más allá de los problemas técnicos, Hamilton está padeciendo además el azote de su principal competencia, su compañero de equipo, un George Russell que se estrena este curso en Mercedes y que le ha batido en tres de las cuatro carreras disputadas. El joven de 24 años atesora 49 puntos y es cuarto en la clasificación general, mientras que el veterano piloto de 37 años posee 28. En Imola resultó sorprendente ver a Russell terminar en la cuarta plaza mientras Hamilton aparecía nueve posiciones más retrasado y con una incapacidad sorprendente.

"Vimos con George dónde puede estar el coche con aire libre, pero no es lo suficientemente bueno. No es lo suficientemente bueno para un campeón del mundo, no es digno de un campeón del mundo y necesitamos arreglar el coche", expresó Wolff por radio tras contemplar cómo Hamilton permaneció toda la carrera a rebufo del AlphaTauri de Pierre Gasly sin lograr el adelantamiento. "En cierto modo, es incluso irrelevante si llegas 8º, 12º o 15º, no importa, todo está mal", dice Wolff.

Una situación frustrante que ha llevado a Hamilton a admitir el desastre. "Nada de lo que hacemos funciona", declaró al concluir la tercera cita del curso, en Australia. Lejos quedaba ya el podio conseguido en Bahréin en el inicio de la temporada, un resultado engañoso el tercer puesto, dado que se dio tras los abandonos de los Red Bull. Verstappen y Sergio Pérez rodaban por delante antes de sufrir fallos mecánicos.

A sus 37 años y después de las especulaciones sobre su posible retirada tras perder el Mundial de 2021 en la última carrera, Hamilton admite que "está siendo un año bastante duro con todo lo que está pasando". "Es difícil mantenerse positivo algunos días", apostilla. "Es duro, es duro... No espero mucho para Miami", advierte. No obstante, se agarra al optimismo: "No hay nadie en Mercedes que se dé por vencido". Aunque él no se ve campeón.

"Estoy fuera del campeonato, seguro. No hay duda", dijo Hamilton tras la última carrera, donde fue 13º y doblado por Verstappen

Mercedes se plantea modificar el innovador diseño del W13 por su bajo rendimiento, causado por el rebote en la zona frontal