La vida es una carrera de fondo, la cual suele estar llena de obstáculos y en la que tenemos que mostrar una cierta regularidad para acabar llegando a nuestras metas. En el mundo del deporte, e igual que en nuestro día a día, sufrimos altibajos y momentos de flaqueza, pero al mismo tiempo es esa misma pasión por el ejercicio la que nos aporta grandes beneficios que merecen la pena. Y si no, que se lo pregunten a Peio Añarbe, quien con solamente 16 años es ya presente y futuro del esquí de fondo.

A su temprana edad, el vitoriano tiene en su particular vitrina hasta 16 campeonatos de España de esquí de fondo y dos Campeonatos del Mundo oficiosos (en categorías inferiores no se celebra esta competición de manera oficial). Unos números que destacan el inconmensurable trabajo y el impagable esfuerzo que hay detrás. "He entrenado y entreno muy duro y creo que los resultados han sido justos y espero que cada vez vayan a mejor, porque ahora me lo tomo más en serio", comenta Peio, quien también de forma jocosa afirma que practica este deporte "desde que soy un crío, tenía un año; casi empecé antes a esquiar que a andar".

En cuanto a esta temporada recién finalizada, Peio también se muestra muy satisfecho porque en los Campeonatos de España celebrados en Belagua ganó una carrera y en otra quedó en segunda posición. "Además, el último esprint en relevos lo corrí en absoluto y en la primera manga lo gané yo, algo que me hizo sentirme muy orgulloso de mi esfuerzo", rememora.

Por otro lado, en enero se proclamó campeón de la Marcialonga en Italia y en el Skiri Trophy (Mundial oficioso) fue séptimo. "Una posición que no me dejó buen sabor de boca, ya que no me fue muy bien", lamenta Peio. Para finalizar con su laureado palmarés de esta temporada, el joven esquiador también recuerda la marcha de Beret. "Gané los diez kilómetros y ningún adulto pudo seguir mi ritmo".

Además de todos los trofeos que atesora ya en su vitrina, lo que más destaca por encima de todo es que, a sus 16 años, Peio no solo está compitiendo de tú a tú con los deportistas adultos, sino que les gana en sus respectivas categorías. Una situación que, en ocasiones, levanta ampollas, tanto hacia él como hacia sus progenitores.

"Recibimos muchas críticas. Yo, al ser menor de edad, no me dicen mucho, pero a mis padres les comentan ciertas cosas que considero no están bien. Por ejemplo, les dicen que soy muy joven y que no tienen que forzarme tanto, pero yo creo que es más envidia que otra cosa. Además, que quede claro que mi respuesta es siempre la misma, yo hago esto porque me gusta y porque quiero entrenar fuerte, ya que para mí esto es una pasión ", explica de forma contundente Peio.

Eso sí, el competir con gente mayor también tiene sus contras. Y es que el joven alavés reconoce que a veces le genera algo de temor, ya que "si lo haces bien con los mayores pero luego no compites con los de tu edad, te autopresionas y eso puede ser peligroso".

En cuanto a tomarse más en serio el esquí de fondo, Peio hace referencia a su traslado a Jaca hace dos años. "Viviendo aquí puedo entrenar mejor y puedo tener más contacto con la nieve, ya que ahí en Vitoria podía entrenar, pero no es lo mismo", resalta. Por otro lado, afirma que, además del esquí, "antes practicaba otros deportes como la gimnasia deportiva o el piragüismo, pero cuando decidí venirme aquí también lo hice para centrarme exclusivamente en el esquí de fondo".

Respecto a su futuro, Peio aún no se ha sentado a meditar porque le gusta vivir el presente. "Ahora me siento muy bien. Aunque sí que es cierto que cuando no me salen las cosas me frustro un poco, pero en eso consiste el deporte, en ir cogiendo experiencia e ir aprendiendo de los errores". A pesar de que el esquiador no quiere mirar más allá, precisa que su sueño lo tiene claro. "Ganar unos Juegos Olímpicos. Unos o varios. Y mi siguiente meta más cercana es la de poder acudir en 2026 a las Olimpiadas de Milano Cortina en Italia", anuncia.

Si bien únicamente tiene 16 años, Peio es muy consciente de todo lo que le rodea y ya sabe que poder vivir del esquí de fondo es muy difícil. "Es muy complicado. Aunque podría ser viable, pero para ello tienes que ser muy bueno o el mejor. Por eso mismo, ahora le estoy muy agradecido a mis patrocinadores, Ropa Biorracer y Ski Trab", destaca el gasteiztarra.

Por otro lado, Peio observa cómo en España no sale tanto deportista en comparación a otros países. "En otros lugares la gente suele competir hasta los 30 años, pero porque suele haber relevo generacional. Aquí, ante la escasez de deportistas, aguantamos más temporadas".

Desde que nació, Peio ha dedicado su vida en cuerpo y alma a este exigente deporte y aunque ha tenido momentos de flaqueza por la exigencia que él mismo se impone, su único pensamiento radica en seguir creciendo. "Todo lo vivido me motiva a seguir por el simple hecho de que no voy a tirar por la borda todo lo logrado hasta ahora y ese pensamiento me ayuda a seguir trabajando en mi día a día", aclara.

Una rutina que le exige siempre estar al 100%, ya que en plena temporada todos los días de la semana entrena por la mañana para luego ir al instituto y después volver a ejercitarse en una segunda sesión. A pesar de la dureza del día a día, admite, "no me imagino mi vida sin entrenar ni competir ni sin el esquí".

Además, el alavés ha logrado dar con la tecla en cuanto a sus entrenamientos se refiere. Y es que su padre es desde hace varios años su preparador y a pesar de que "hay días que estamos a bronca limpia, estamos los dos muy contentos y la relación es más que buena", asegura Añarbe.

Lo que está claro al final es que, si la vida es una carrera de largo recorrido y hay que mantener el ritmo a pesar de los obstáculos, el ganador es y será Peio porque, a pesar de ser joven, ya ha demostrado que la vida es pura pasión y esfuerzo.

"No me imagino mi vida en el futuro sin entrenar ni competir en el esquí de fondo"

"Todo lo vivido me motiva a seguir, ese pensamiento me ayuda a trabajar en el día a día"

"Mi sueño es poder acudir en 2026 a las Olimpiadas de Milano Cortina en Italia"

"Es muy difícil que pueda vivir de esto; aunque podría ser viable, debería ser muy bueno o incluso el mejor"

"Si bien hay días que estoy a bronca limpia con mi padre, la relación es más que buena"

Esquiador de fondo vitoriano