Urko Herrán hace balance de 2021, donde ha vivido grandes experiencias pero también se ha quedado con mal sabor de boca a causa de la pandemia. El atleta alavés ya enfoca sus miras en este nuevo año con la esperanza de poder participar en el Europeo de Bilbao.

¿Cómo ha comenzado el año?

-Bien, tengo ganas de hacer una buena temporada. Además, ahora parece que la situación sanitaria nos está dando algo de tregua y da la sensación de que las carreras están volviendo. Así que estoy un poco más motivado que el año pasado.

¿Qué sensación le dejó el 2021?

-Al final creo que mala. En general buena, pero al final mala, porque empezamos a preparar la San Silvestre y enseguida comenzamos a caer como moscas. Entonces me dejó mal sabor de boca, pero en el computo global bien y buenas sensaciones.

Eso sí, la Media Maratón sí que se disputó y además, la ganó.

-Eso es. Todos pensábamos que como la Media sí que se corrió, la San Silvestre también se llevaría a cabo, pero a los pocos días salió la noticia de que se suspendía. Esto fue algo que no entendí muy bien, pero lo tienes que acatar porque no queda otra.

Después de dos ediciones quedando en la segunda posición, ¿qué sensación le dejó el ganar la Media?

-Me quité una espina gorda porque al final estás ahí tan cerca, pero a la vez tan lejos. Al final, ganar una carrera cuesta y el poder decir que ya la he ganado es como quitarte una espina por lograr algo que quería desde hace ya tiempo. Por lo tanto, una sensación de satisfacción.

Participó por primera vez en el Campeonato del Mundo de Duatlón. ¿Cómo lo recuerda?

-La experiencia fue brutal. Además, era algo que al principio del todo, es decir, cuando comencé en este deporte, me parecía inimaginable. Luego cuando estás ahí, viéndolo en primera persona y estando codo con codo con los mejores del mundo de tu deporte, es una sensación increíble. Algo que será imposible de olvidar.

¿Cómo valoró su participación?

-Yo creo que no jugué bien mis cartas del todo. Ahora, pensándolo en frío quizá fui algo kamikaze o novato en bici, pero es algo que hay que gestionar al verte en una competición tan grande. Y sí, creo que podría haber estado mejor posicionado, pero también pienso que es lo que hay, que con pensarlo no vale. Hay que demostrarlo y hasta que no lo haces es lo que tienes. Eso sí, ahora es como otra espinita más y a ver si tengo la oportunidad de volver a un evento así.

¿Cuáles son sus objetivos para este nuevo año?

-El principal es el Campeonato de España de Duatlón, que es donde se juegan las plazas para el Europeo y el Mundial. Mi objetivo principal es ese sin ninguna duda. Por otro lado, tengo que explicar que no es que me haga más ilusión el Europeo que el Mundial, pero el primero se celebra en Bilbao, y al ser más cerca de casa, es como que te llama más. El hecho de correr en Bilbao un Europeo sería muy especial. Eso sí, un Mundial es un Mundial, no nos vamos a engañar y lógicamente prefiero ese evento.

¿Cómo le ha sentado quedarse fuera de la convocatoria con la selección de Euskadi de cara a la participación en Jaén?

-La verdad es que tampoco hice un gran Campeonato de Euskadi, que es donde se jugaban las plazas y quizá era algo esperable. Tampoco era una carrera que la tuviera entre ceja y ceja, por lo que no le doy excesiva importancia. Mis objetivos serán los duatlones en marzo, que es por lo que lucharé.

Cuando echa la mirada atrás, ¿qué le viene a la mente?

-La verdad que es algo curioso, porque hasta los 17 años estuve jugando al fútbol y a veces sí que pienso y me arrepiento de no haber empezado antes a nadar o a andar con la bici. Muchas veces me viene el pensamiento de saber dónde estaría ahora si hubiera comenzado antes. Por otra parte, cada paso hay que darlo cuando toca y estoy muy contento de haberme pasado a este deporte que me está dando tantas alegrías.

¿Queda Urko Herrán para rato?

-Sí. Siempre digo que dejaré de hacer esto cuando me deje de gustar y todavía tiene pinta de que me va a seguir gustando unos cuantos años más.

¿Cómo gestiona la combinación de este deporte con su vida diaria?

-Es complicado. Nosotros siempre decimos que el día tiene muchas horas, pero sí que es verdad que debes tener mucha disciplina y hay que entrenar muchos días que quizá no te apetece o no tienes ganas. Por ejemplo, miras por la ventana y está lloviendo y piensas dónde voy a ir así y con frío. Pero luego, esos días son los que marcan las diferencias. Al final, la clave está en la constancia y en no volverse loco.

¿Cómo lleva su día a día?

-Estoy terminando mi TFG de Magisterio y me organizo como puedo. Cuando tengo tiempo libre hago una sesión de entrenamiento. A día de hoy realizo dos sesiones, una por la mañana y otra por la tarde, es decir, después de desayunar hago un entrenamiento, luego estoy un rato con el ordenador y después como, siesta y otra sesión.

¿En su faceta como profesor le gustaría también inculcar el duatlón entre los más pequeños?

-Sí, también me gustaría dar a conocer más el duatlón, ya que es un deporte que los niños pequeños no lo vinculan ni lo conocen. Es más, igual lo empiezan a conocer en 5º o 6º de Primaria. Entonces, el poder dar a conocer este interesante deporte por si algún joven se anima a probarlo estaría bien.

¿Ha tenido algún momento de bajón por todo el esfuerzo que conlleva?

-Sí, cuando ves que no tienes resultados y estás entrenando muy duro y piensas que no mejoras o te lesionas, puedes llegar a pensar hasta aquí hemos llegado. Sin embargo, luego pasas una semana más de bajón y el cuerpo es como que lo necesita, que te reclama el hacer deporte. Esto es adictivo.

¿Cómo es Urko fuera de las pistas?

-Cervecero. No te voy a engañar (risas). En cuanto termina la temporada o hay descanso, sí que me gusta escaparme a estar con mis amigos o hacer viajes al monte. Hay gente que dice que el día antes de una carrera se toma una cerveza. Después de la carrera sí, pero antes no (risas). En el después lo comparto al 100%.

¿Tiene alguna rutina antes de las carreras?

-La verdad es que no. Yo suelo hacer siempre lo mismo, que es una hora de bici suave suave, y 15 ó 20 minutos de trotar y luego cenar arroz.

¿Cómo se describiría como deportista con tres palabras?

-Competitivo, trabajador y sencillo.

¿Y cómo persona?

-Las mismas.