l este del ciclismo, el alba, el amanecer, zigzaguea seductor a finales de enero, cuando despertará La Clàssica Comunitat Valenciana 1969, primera prueba del calendario. Resopla la competición en lontananza, pegada al Mediterráneo el 23 de enero. Después del chasqueo levantino, el testigo lo tomará la Challenge de Mallorca, la isla ciclista. Las piernas se estirarán al sol para no tiritar en invierno y para iniciar el curso con el calor necesario en un ciclismo flamígero, que se disputa a llamaradas, como un escupe fuegos. Al encuentro con la lumbre acudirá el pelotón de Euskal Herria, conformado por 40 dorsales, 12 de ellos pertenecientes a la aristocracia del WorldTour, la cúspide de la meritocracia del asfalto. En la azotea del ciclismo, la mayor concentración de ciclistas vascos se reúne en el Movistar, que recibe el trasvase del Astana, que entra en otro ciclo. Nada queda de aquel Eustana. Migración.

Los hermanos Izagirre, Ion y Gorka, Alex Aranburu, Óscar Rodríguez y Omar Fraile cerraron su biografía celeste y se han dispersado en distintos destinos, siendo el Movistar el principal refugio. Gorka Izagirre, Alex Aranburu y Óscar Rodríguez rodarán de azul marino. Ese color también se posará sobre los hombros de Oier Lazkano, que debutará en el WorldTour tras su periplo en el Caja Rural. Los cuatro se unirán a Imanol Erviti, eterna su presencia en el estructura de Unzué, y a Iñigo Elosegui, que intentará rehabilitarse tras una campaña dolorosa por culpa de una lesión muscular y el covid, que le sacudió con saña. En la última década, solo en 2014 y 2015 el Movistar contó con más corredores de Euskal Herria en sus filas, cuando sumó siete en cada una de esas campañas.

Omar Fraile, que perteneció a la formación kazaja, se vinculará al Ineos, el equipo más potente del mundo. El ciclista de Santurtzi accede a la formación británica después de una exitosa singladura de cuatro temporadas en el Astana, en las que Fraile encontró la gloria con la victoria de una etapa del Tour en el aeródromo de Mende. Fraile, actual campeón de España de ruta, se encontrará con Jonathan Castroviejo, que amplió dos campañas su contrato. El getxotarra es un baluarte del Ineos. Castroviejo y Fraile lucharán por estar en la formación elegida por David Brailsford, ideólogo del Ineos, para el Tour. Fraile, probablemente, cambie de estatus y tenga menos libertad de acción en su nuevo equipo. En el Ineos las jerarquías están muy marcadas y los peones atienden a esa idea fuerza.

Otro dúo de corredores vascos repite en el Bahrain. Mikel Landa y Pello Bilbao continuarán dos temporadas más en el equipo. El escalador de Murgia tratará de olvidar el pasado curso. La fuerte caída sufrida en el Giro de Italia, en la que Landa se rompió la clavícula derecha además de varias costillas, le marcó el resto de campaña al alavés. Fue capaz Landa de ganar la Vuelta a Burgos. Antes de irse al suelo firmó el podio en la Tirreno-Adriático que conquistó Pogacar. Sin embargo, las secuelas del accidente le cortaron el vuelo. Landa seguirá siendo el jefe de filas del Bahrain, un equipo que está creciendo de manera exponencial. El de Murgia buscará la gloria en el Tour, su principal objetivo, aunque el Giro es una carrera que se adapta muy bien a su perfil. Pello Bilbao, noveno en el Tour y 13º en el Giro, es otro ciclista llamado a brillar en el presente curso. Constante y sólido, el gernikarra suma cada vez más registros a su hoja de servicios. Es un seguro de vida el vizcaíno, uno de los hombres importantes del Bahrain. Si alguno de los líderes no alcanza su mejor versión, Pello Bilbao estará allí.

Otro ciclista llamado a estar delante es Ion Izagirre, que cambia de equipo. El de Ormaiztegi correrá en el Cofidis. Tras el proceso de adaptación, su objetivo prioritario será brillar en las carreras de una semana y asistir a sus líderes en las grandes vueltas. Guillaume Martin es el hombre franquicia de la estructura gala, pero Ion Izagirre contará con escenarios para desarrollar su talento. Vencedor de etapa en el Tour, el Giro y la Vuelta, campeón de la Itzulia en 2019, Izagirre es uno de los hombres fuertes del Cofidis. Otro de los ciclistas que cambia de equipo y retorna al WorldTour, -formó en el Euskaltel en 2013- es Jon Aberasturi. El velocista gasteiztarra accede al Trek desde el Caja Rural. Aberasturi tendrá la misión de ayudar a lanzar los esprints y encontrar sus opciones en las pruebas en lo que no ponga sus piernas al servicio del equipo. “Ayudaré a lograr victorias a los esprinters del equipo y también tendré mis oportunidades”, expone.

En el ProTeam, el Euskaltel-Euskadi reúne a la mayoría de los ciclistas de Euskal Herria. Contabiliza 14 nombres la formación naranja en una plantilla de 20 efectivos. En el profesionalismo asoman Unai Iribar, Asier Etxeberria y Xabier Isasa. Los tres se suman a Mikel Aristi, Mikel Bizkarra, Mikel Iturria, Ibai Azurmendi, Peio Goikoetxea, Txomin Juaristi, Gotzon Martin, Unai Cuadrado, Xabier Mikel Azparren, Iker Ballarín y Julen Irizar. El gran objetivo del Euskaltel-Euskadi será obtener una invitación para la Vuelta. En el Caja Rural contarán con Jonathan Lastra, Julen Amézqueta, Aritz Bagües, Jon Barrenetxea, Josu Etxeberria y Jokin Murguialday. Con todo, el nombre propio es el del fichaje de Mikel Nieve tras su extensa aventura en el WorldTour. El experimentado leitzarra será el referente del equipo. En el Kern Pharma formarán Igor Arrieta, Urko Berrade, Sergio Araiz, Ibon Ruiz y Jon Agirre. Víctor de la Parte continuará en el Total Energies de Sagan y Ander Okamika vestirá el maillot del Burgos-BH. Todos ellos parten a la caza de una buena campaña.