- Amorebieta se convirtió ayer por unas horas en el epicentro del Tour de Francia. A menos de dos años de que Euskadi acoja la Grand Départ del evento ciclista más importante del planeta, el director de la carrera, Christian Prudhomme, fue el invitado estrella en la inauguración de la bicipista que unirá la citada localidad vizcaína con Iurreta. Junto a Unai Rementeria y otros representantes institucionales, el patrón de la Grand Boucle copó todos los focos en el acto celebrado en el parque Zelaieta. Prudhomme no quiso dar pistas ante los periodistas de cómo serán las tres etapas que, a partir del 1 de julio de 2023, recorrerán las carreteras vascas, con Bilbao como primer plato.

“No puedo dar muchos detalles, porque hay que esperar hasta el año que viene para desvelar todo de la mano del Gobierno vasco, de la Diputación y demás dirigentes, pero queremos que sea una salida exigente, que se vea la belleza del País Vasco. Que la gente sepa identificar al ver las imágenes que estamos en el País Vasco y que se note la pasión por la bicicleta”, destacó el director del Tour, que adelantó próximos encuentros con los representantes vascos para terminar de cerrar el recorrido por Euskadi de la ronda gala.

Prudhomme, que confesó que oyó por primera vez Amorebieta en 1995 tras una victoria de Laurent Jalabert en la Klasika Primavera, aseguró que “la belleza de las carreteras vascas y del paisaje”, con un recorrido singular, acallará las críticas que, según indicó, afloran en Francia cada vez que el Tour comienza fuera de sus fronteras.

Encontrar los espacios necesarios para encajar el Tour, que no solo es un pelotón de ciclistas, es el gran reto al que se miden las autoridades vascas, que han creado un equipo de trabajo específico para adecuar el Tour a la geografía de Euskadi, protagonista rutilante de la Grande Boucle con tres etapas en suelo vasco. La primera tendrá como salida y meta Bilbao y las otras dos -la segunda será íntegramente en Euskadi- dejarán huella en los distintos territorios históricos, si bien el trazado aún no ha trascendido. Se trabaja en ello al detalle. Según adelantó hace unos días este periódico, el recorrido en sí no es lo que más preocupa a las autoridades vascas para satisfacer las demandas de una carrera pantagruélica en su concepción. El verdadero desafío es encontrar los lugares capaces de sostener la estructura del Tour.