- El presidente Aitor Elizegi solo sacó adelante las cuentas de la temporada pasada en la Asamblea General del Athletic, que se llevó a cabo este sábado en San Mamés, una cita en la que anunció que no se presentará a las próximas elecciones, que confirmó para junio de 2022, y en la que le reprobaron la gestión y el presupuesto de esta temporada. En la cita anual con los compromisarios, un total de 1.205 que representan a los más de los 43.000 socios con los que cuenta la entidad rojiblanca, Elizegi vio como el máximo órgano de decisión del club le rechazó la gestión de la entidad, que en los dos últimos años esta Junta Directiva desligó de los asuntos económicos. Lo hizo con 381 votos a favor (un 41,8%) y 492 en contra (un 54%).

También echaron para atrás los compromisarios, entre los que votaron 910, el presupuesto para este temporada, de 140,8 millones de euros y con la estimación de unas pérdidas de 5,4 millones por los últimos efectos de la pandemia. El resultado fue de 402 votos a favor (44,1%) y 478 en contra (52,5%). En ese presupuesto estaba incluida la cuota covid de 120 euros a cada socio que la Junta Directiva proponía, aunque siempre sin que ninguno abonase más dinero del establecido en la cuota anual. También le aprobó la Asamblea a Elizegi la entrada de un nuevo directivo en su Junta, César Saez Hidalgo. Aunque el refrendo o no de la gestión, las cuentas del curso anterior y el presupuesto de esta temporada es siempre lo más relevante de la cita de presidentes y juntas directivas del Athletic con los compromisarios, en esta ocasión quedaron un tanto eclipsado por el anuncio de Elizegi de que no iba a buscar la reelección en unos próximos comicios que confirmó para junio de 2022. "Es la última vez que defiendo un presupuesto desde este atril. Tenedlo claro", dijo el presidente rojiblanco para cerrar el discurso de media hora con el que abrió una Asamblea General que duró más de seis horas. Elizegi consideró que, aunque "jugar tres finales está muy bien y levantar un título esta muy bien, no compensan" el hecho de que la afición no pudiese acompañar al equipo en Sevilla en las finales.