- La due diligence (auditoría) encargada por la nueva cúpula del FC Barcelona a Deloitte revela descontrol e improvisación en la gestión del día a día del club y de la política de fichajes en la etapa de Josep Maria Bartomeu, cuya gestión disparó la masa salarial un 61% en tres años y dejó una deuda de 1.350 millones hasta marzo, incluyendo los compromisos futuros. El director general del club, Ferran Reverter, explicó ayer, en la presentación de esta due diligence en el Auditorio 1899 del Camp Nou que, en paralelo a esta auditoría, el club ha encargado un informe forensic (una investigación a fondo del funcionamiento del club), que debería estar listo en los próximos "días o semanas". Esta investigación se centra en tres áreas, el Espai Barça, intermediarios y proveedores, tras la cual el Barça decidirá cómo actúa contra la junta anterior.

La auditoría pone de manifiesto graves deficiencias de gestión por parte de la anterior Junta Directiva, en cuyo mandato se incrementó, en tres años, un 61% la masa salarial (pasando de 471 a 759 millones de euros), un 56% los gastos de gestión y un 600% los costes financieros.

Reverter subrayó que la nueva Junta Directiva, encabezada por Joan Laporta, se encontró al tomar las riendas un club una gestión "nefasta e improvisada" de la junta anterior, que dejó la entidad "con un patrimonio negativo y en situación de quiebra contable, con un flujo de caja operativo nulo y con dificultad para pagar incluso las nóminas".

La auditoría encargada constata que los fichajes se realizaron a precios elevados e incluyendo cláusulas que dispararon los costes salariales, como primas por fin de contratos. Y Reverter apuntó que, de no haber actuado, la masa salarial en la temporada 2021-22 habría ascendido a 835 millones, un 108% por encima de los ingresos recurrentes. En esta línea, el análisis también ha hallado gastos de intermediación relevantes y poco habituales en años anteriores, como comisiones en operaciones de compraventa de jugadores "de entre el 20 y el 30 % por ciento", frente al 5 % habitual.

El origen del problema viene desde la venta de Neymar al PSG en 2017 por 222 millones de euros. Desde entonces, los gastos de gestión se incrementan un 56% y el gasto financiero se multiplica por seis. Y básicamente se explica por la desaforada política de fichajes que llevó a cabo el club. Realizó tres de los cinco fichajes más altos de la historia del fútbol y se comprometió con solo cuatro jugadores (Dembelé, Coutinho, Griezmann y la renovación de Messi) al pago de 1.400 millones de euros en salarios en cuatro años. "Si no hubiéramos hecho nada ahora, la masa salarial se hubiera disparado hasta los 835 millones de euros el próximo año", manifestó Reverter sobre los últimos movimientos, como la salida de Messi y la cesión de Griezmann. Y denunció que, ante la dificultad de conseguir financiación, en muchos casos se contrató a jugadores con nuevas fórmulas de pagos diferidos que intentaban evitar los problemas financieros que arrastraba el club. "Se fichaban jugadores sin saber si podían pagar", contó el director general del Barça, que detalló dos ejemplos. "El caso de Griezmann, la misma noche que lo ficharon vieron que no había dinero y esa noche se buscó un fondo para hacer un factoring (un servicio de financiación rápido) que tiene comisiones de apertura. La operación Coutinho, que cuesta 120 millones, acaba costando 16,6 más de costes financieros", reveló.

La auditoría analiza la gestión del club durante las temporadas 2018-19, 2019-20 y los nueves meses de la 2020-21 hasta el 31 de marzo, cuando tomó posesión la directiva de Laporta. En cuanto a la deuda financiera del club, se incrementó en 514 millones de euros en tres años, al pasar de los 159 millones adeudados en junio de 2018 a los 673 acumulados en marzo de 2021.

La deuda total de la entidad, incluyendo otros compromisos y pasivos diversos, alcanza los 1.350 millones. Y es que a la deuda financiera se debe añadir los aplazamientos de salarios de jugadores, 389 millones, los litigios en curso por riesgo probable, que suman 91 millones (el club acumula litigios con riesgo posible o remoto por otros 321 millones), compromisos con el Espai Barça por 56 millones o ingresos anticipados por una parte de los derechos audiovisuales del próximo curso por 79 millones.