- El presidente Laporta ha tomado el hábito de leer un comunicado semanal dirigido a la hinchada culé, con lugares comunes (“sabemos lo que hay que hacer y lo arreglaremos”) y, desde luego, eludiendo un respaldo claro al entrenador, quien ayer decidió copiar su táctica. Leyó un comunicado sin preguntas en lugar de conceder la habitual rueda de prensa previa al partido, hoy ante el Cádiz. Laporta, que estaba en Palos de la Frontera, desconocía que Ronald Koeman había planeado lanzarle un órdago en toda regla.

La lectura duró tres minutos y en ella el técnico dio por sentado, lo cual es mucho suponer, que tiene el apoyo de Laporta. “El club está conmigo como entrenador en una situación de reconstrucción. Eso significa que nosotros tenemos que reconstruir el equipo de fútbol sin poder hacer grandes inversiones financieras, y eso necesita tiempo”, reflexionó, para advertir que “los talentos jóvenes de hoy pueden llegar a ser las nuevas estrellas mundiales en un par de años”. “Lo bueno de tener que reconstruir el equipo es que los jugadores jóvenes tendrán oportunidades como en su día las tuvieron Xavi o Iniesta, pero se necesita paciencia”, insistió.

Y por si acaso aún hay algún culé optimista, añadió: “Tener una buena clasificación en la Liga sería un éxito. El fútbol europeo es una buena escuela para esos grandes talentos y en la Liga de Campeones no se pueden esperar milagros. La derrota ante el Bayern (0-3) tiene que ser enfocada desde esta perspectiva”.

El club anunció que Laporta no responde al comunicado. Pero los medios catalanes arrecian con noticias sobre sustitutos, con Robert Martínez, que podrá dejar la selección belga si paga 1,8 millones de cláusula, a la cabeza.