- Max Verstappen hizo gala ayer de una madurez propia de un aspirante a campeón. Compaginó su rapidez con una gestión que anuló las ofensivas de un equipo Mercedes que apostó por estrategias diferentes para Lewis Hamilton y Valtteri Bottas, quienes lograron acechar al neerlandés pero sin éxito. No triunfaron porque Verstappen fue impasible, un domador de la presión. Rodó reflejando ventajas que oscilaron entre los dos y los tres segundos, y que llegaron a ampliarse a un máximo de cuatro. Mad Max corrió con una zanahoria colgando de su escape. Permitió breves aproximaciones para evitar forzar los neumáticos, pero sostuvo a raya a sus opositores, firme, con frialdad, calculador, una virtud de la que otrora carecía pero que ya destaca en su repertorio. Si acaso, solo una leve pasada de frenada en el tramo final fue la máxima expresión de la tensión a la que fue sometido. Porque corrió siendo exigido en una prueba de pizarras y toma constante de tiempos. "Mercedes nos lo ha complicado, pero les hemos contrarrestado muy bien", analizó el flamante vencedor, de nuevo líder de la F-1.

La carrera fue un reflejo de lo ajustada que está la lucha por el campeonato, tanto a nivel de pista como de consecuencias para el Mundial. El desenlace plasmó la prolongada igualdad en la clasificación. Hamilton aterrizaba en el Gran Premio de los Países Bajos con 3 puntos de ventaja en el liderato y descendió un escalón para quedarse a otros 3 de Verstappen, que recupera el mando en un año apasionante en el que los puntos extras de las vueltas rápidas se han convertido en tesoros. Los domingos son un toma y daca. Cada carrera, y ya se han agotado 13 de las 22 del calendario, Verstappen afianza más sus opciones de conquistar su primer título. Zandvoort, donde la F-1 no corría desde 1985, se dejó ver como el trazado que se presuponía, presentando dificultades para abordar los adelantamientos, primando la habilidad de los pilotos por encima del potencial de las máquinas. Un circuito de manos, sin perdones, de asunción de riesgos, con peraltes que conceden oportunidades de adelantamientos por el exterior como los dos que protagonizó Fernando Alonso en la primera vuelta. El asturiano destacó en la arrancada y acabaría sexto tras superar a Carlos Sainz en la última vuelta. Buena animación del asturiano, el segundo piloto que más adelantamientos ha protagonizado este año solo por detrás de Sebastian Vettel. En ese tramo inaugural Verstappen partió como una exhalación. En dos giros elevó su ventaja a dos segundos. Con Hamilton distanciado de la opción del DRS, el joven sacó a pasear su frialdad, novato actuando en su feudo, ante un público entregado que no dejó de humear con bengalas. La solidez de Mad Max hizo brotar la frustración de Hamilton, que emitió constantes quejas sobre la degradación de sus neumáticos. El inglés acabaría cuestionando la estrategia de su equipo, que propuso dos paradas para él, a fin de emular a Verstappen, y una para Bottas, como plan B. Hamilton buscó en dos ocasiones completar un undercut, pero Red Bull reaccionó de inmediato para proteger a su piloto. Tras el segundo intento, Hamilton expresó: "Quizá hemos jugado muy temprano nuestras cartas". Verstappen fue una trituradura de ánimos.

En la vuelta 55 de las 72 pactadas, Hamilton llegó a asomarse a 1.1 de Verstappen. Pero fue un ataque a la desesperada, sin visos de continuidad. "No llego al final con estas ruedas", alertó. Sus gomas desfallecieron acto seguido y Verstappen estableció su ventaja máxima, de unos 4 segundos. Alcanzado ese punto de rendición, Mercedes replanteó la estrategia inicial. El británico visitó su garaje por tercera vez en busca de una vuelta rápida que obtuvo in extremis, luchando contra la rebeldía de su compañero. "Aborta ese intento de vuelta rápida", exigieron a Bottas desde su garaje. "La tiene Hamilton", le advirtieron. El finlandés, que en 2022 no continuará en Mercedes, hizo oídos sordos. Su época de escudero ha caducado.

Clasificación de la carrera

Mundial de pilotos

Mundial de Constructores

La vuelta rápida. Lewis Hamilton fue el autor de la vuelta rápida, en la 72 (última), con un tiempo de 1:11,097